Historias y One--Shot de Merlin

Tiempo lo es todo

"¿Él habló?"

"¿Qué opinas?" El leve olor a hierro oxidado que aún se aferraba a él hizo que su estómago se retorciera de deseo.

" Y... " ella incitó ansiosamente, sus brazos rodeando sus hombros.

"Hay rumores de nuestra supervivencia en Camelot", murmuró, trazando la curva de su cuello con el dedo índice. "Uther está convencido de que estamos muertos". Morgana se burló de eso. ¡Por supuesto que lo era, desgraciado tonto!

"Y la Gran Purga continúa," concluyó Merlín con los dientes apretados. No hablaron de la Purga; de hecho, lo evitaron activamente. La pérdida de sus hermanos fue dolorosa (aunque la mayoría de los asesinados carecían de toda magia), el conocimiento de que tenían algo de culpa lo era aún más. Merlín sintió una carga mayor que ella.

Al final, fue Merlín quien no logró poner de rodillas a Uther y se expuso a sí mismo y a Morgana, encendiendo el odio de Uther por la magia una vez más. De acuerdo, la única razón por la que Merlín lo había hecho era para salvarla; no habían contado con que Arthur descubriera sus intenciones y la envenenara. La vida de Uther por la de ella. Una vida por otra. Sólo que no había sido una vida, habían sido cientos. Tal vez debería sentirse culpable por eso. ella no

"Pero lo terminaremos". La determinación en su voz vibró a través de ella, sacándolos a ambos de su ensimismamiento. Presionando su frente contra la de él, Morgana asintió con la cabeza. Por un momento se quedaron en silencio, inhalándose el uno al otro y ocasionalmente rozando sus labios en castos besos de consuelo.

¿Dijo algo más, algo de valor? Morgana finalmente dijo rompiendo el silencio, ansiosa por saber más sobre el interrogatorio. En secreto, esperaba que hubiera un fragmento de información que pudiera usar para influir en la decisión anterior de Merlín de retrasar más ataques contra Camelot.

El último había sido hace poco más de un año. Como habían planeado, Merlín había liberado a Kilgharrah de su cautiverio. Luego hizo llover fuego sobre las murallas de Camelot; eso fue, hasta que el veneno fue forzado por la garganta de Morgana y tuvieron que detener el ataque. Solo que Kilgharrah no había querido detenerse y al final Merlín tuvo que usar sus habilidades de señor dragón para obligarlo a retirarse. No habían visto ni oído nada de Kilgharrah desde entonces. Merlín se negó a convocarlo, alegando: "Vendrá a nosotros cuando esté listo". Morgana sospechó que quería decir: "Cuando me haya perdonado".

"No." La voz de Merlín la sacó de sus pensamientos. Suspirando, ella se alejó, su decepción era evidente.

—No importa —la consoló Merlín, frotando círculos relajantes en la base de su espalda. "No esperaba que lo hiciera".

"¿No? Entonces, ¿por qué tomarse la molestia de..."

"Por el gusto de hacerlo". De repente, una sonrisa iluminó sus rasgos; si no fuera por la intención asesina que brillaba detrás de sus ojos, se vería cómico. Morgana no puede evitar imitar su expresión. El caballero que Merlín había estado torturando con gritos atormentados había pintado un cuadro encantador en su mente.

"Hablando de eso," añadió Merlín, señalando hacia la mesa. "Tengo algo para ti." Robando una mirada por encima de su hombro, Morgana se burló diabólicamente de la bandeja de plata.

"Me pregunto qué podría ser". Dijo ella fingiendo ignorancia. Jugando con el juego, Merlín se encogió de hombros. Morgana corrió hacia la mesa, arrastrándolo detrás de ella. Cuando comenzó a alcanzar la cubierta, un par de brazos se envolvieron alrededor de su cintura y tiraron bruscamente de su espalda.

Merlín chasqueó la lengua juguetonamente en su oído. Morgana entendió su significado y por un segundo se sintió avergonzada de no haberlo pensado primero. Concentrándose en su objetivo, buscó en su interior la fuente de sus poderes. Era mucho más fácil ahora que había sido; solo tomó un segundo para que sus ojos brillaran dorados. La tapa comenzó a levantarse.