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Los días y meses pasaban más rápido desde la llegada del pequeño azabache, poco a poco Takemichi se acostumbró a la vida en aquel sitio, las chicas de ahí y Masaway solían turnarse en sus descansos para revisar que todo estuviera en orden con ambos infantes, pero no era sorpresa ver cómo el pequeño Kenny tenía todo siempre bajo control.

Justo ahora Takemichi cumplía ocho meses y sus intentos por decir palabras entendibles eran cada vez más frecuentes. Siendo sábado por la mañana, ambos niños desayunaban en su habitación mientras veían cierto programa de una esponja amarilla.

-Nee, Take ¿de verdad te gusta esta caricatura?- el pequeño rubio no entendía muy bien como su hermanito reía con cada capítulo.

-Boh Egh-onga- y ahí estaba otro de sus tantos intentos por decir el nombre del protagonista de aquel programa infantil, Ken se sentía algo celoso de pensar que la primera palabra entendible del azabache podía no ser su nombre.

Al terminar el desayuno el pequeño de ojos obsidiana recogió su plato y el de su hermano para después llevarlos a lavar. Takemichi, mientras tanto esperaba en su silla de bebé a que su hermano lo sacara y le ayudara a reposar la comida dando palmaditas en su espalda.

Mientras esperaba por su hermano, el pequeño azabache tomó su peluche de dragón y como cualquier pequeño llevó uno de sus cuernos a su boca, el peluche había sido el primer regalo que recibió Takemichi por parte de Ken en navidad. El pequeño había quedado encantado con el peluche y desde entonces no lo había soltado más que un par de veces, sólo cuando su papá le decía que tenían que bañar al muñeco.

El pequeño rubio entonces tomó a su hermanito en brazos, y comenzó a dar leves golpes en su espalda para que pudiera reposar su papilla. Tardó un rato pero finalmente Takemichi pudo sacar el aire y quedarse dormido, con cuidado Ken lo dejó recostado en la cama y lo cubrió con una manta.

-Ya vuelvo Take, tengo que dejar los platos en la cocina- y sin más salió de la habitación esperando que su hermano no despertara mientras regresaba.

Aunque claramente no fue así.
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El regresar de la cocina a su habitación le tomó un poco más de lo esperado, una de las chicas le había pedido de favor que fuera a buscar algo con lo que cubrirse ya que su cliente se había salido un poco de control.

El pequeño asintió y cambió de rumbo a donde sabían que se guardaban los atuendos de las chicas, no lo pensó mucho y tomó el que tenía un color rosado. Regresó a la habitación para dejar la prenda en manos de la chica, la cual le agradeció y dejó una palmadita en su cabeza.

Sin más el pequeño regresó con Takemichi a su habitación llevándose la sorpresa de que el pequeño lloraba, pero no lloraba como lo hacía normalmente.

Estaba vez entre sus llantos lograba distinguirse su nombre.

-¡Ken-Ken!- llamaba a todo pulmón a su hermano mientras sostenía entre sus brazos a su peluche.

El rubio se acercó a la cama y abrazó al pequeño, sintiendo como inmediatamente se le adhería como un koala y lloraba a moco tendido.

- Ya Take, no llores que te vas a poner feo- repetía mientras calmaba al menor.

El llanto del azabache poco a poco cesó hasta quedar solo en leves gimoteos, alzó su mirada hacia el de ojos obsidiana y volvió a repetir una vez más:

-Ken-Ken.

El mayor sonrió ante las palabras de su hermano, ahora podría presumirle a su papá que él había sido su primera palabra.

- Si Take, Ken-Ken está contigo-

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Un capítulo un poco corto, pero espero poder subir otro un poco más tarde.  De igual forma creo que comenzaré a publicar uno o dos capítulos por semana ya que el lunes regreso a la uni.🥲

Por cierto quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes por leer la historia, no creí que tendría tan buen recibimiento, de verdad muchas gracias. 🤍

Espero le haya gustado, nos vemos en la próxima actualización.

-Sunny

Little BrotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora