Lo que alguna vez fuimos. (Propuesta Laboral)

Capítulo 4.

Kang Tae-mo.

Al verla ir sollozando sentí mi otra mitad irse con ella, mi abuelo sonreía con orgullo.
¿Que había hecho?

—Muy bien, hijo—Dijo mi abuelo poniendo la palma de su mano en mi hombro.

Yo negue viendo irritado, ¿la había dañado? Claramente si.

—¿Que hiciste?—Sentí el susurro de Seong-hun.

Yo negue quitando la mano de ella que yacía en mi brazo.

—No me vuelvas a tocar—Me dije mirándola fulminante.

Ella..

—Tae-mo, necesitamos hablar—Dijo mi abuelo guiándome a su despacho.

El me diría cosas como que dejara a mi novia, pero no quiero hacerlo, la amo; es la primera persona que me entendió y me mostró su más sincero cariño, es la primera persona que me quiso a mi y no al dinero..

Ella es la primera persona que amo.

—Necesitas romper lazos con esa chica, no te traerá nada bueno—Dijo mi abuelo escribiendo unos papeles.

Yo negue viendolo sin poder creerlo.

—No la dejaré abuelo, yo la amo y tu no lo entiendes; tu les prometiste a mis padres que verías por mi felicidad, entonces ahora hazlo—Dije señalandolo.

El se sobresaltó y golpeó la mesa con fuerza, estaba enojado.

—¡No puedes meter a tus padres por una estúpida chica que solo te traerá problemas!—Dijo gritando enfurecido.

Yo negue agarrando mi cabeza, estaba frustrado y solo quería ver a mi chica.

—Ya te dije, no lo haré—Dije queriendo salir de la habitación, pero el hablo de nuevo.

—Si te vas con ella juro que haré todo para que ella sufra, no querrás ver a la persona que amas sufrir, ¿Verdad?—Dijo con una media sonrisa.

Yo lo mire con los ojos llorosos.

—No harías eso, abuelo—Dije sin poder creerlo.

—Claro que sí lo haría, Tae-mo. Lo haría todo por no verte sufrir o ver a la empresa que tus padres lucharon caerse, porque ella solo traerá el desastre—Dijo extendiendome unos papeles.

Yo negue.

—¿Que prefieres, Tae-mo?—Dijo lanzando los papeles al suelo.

Yo solo me tapé el rostro intentando no llorar.

No me lo podía imaginar, ella me hace tan malditamente mente feliz que no puedo creerlo. ¿Como es posible llegar amar tanto a una persona?

Pero no podía ser egoísta, no podía quedarme con ella y verla sufrir por estar feliz.

Yo recogí los papeles y los puse en la mesa, agarre una pluma así firmando mi nombre en estos.

—Te aseguro que la veras feliz no estando a tu lado—Dijo mi abuelo.

Eso esperaba..

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Actualmente...

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Al verla salir de la cafetería donde íbamos los dos, nuestra cafetería, nuestro lugar..

—Deja de pensar en ella, apuesto que ella es feliz con otro que no eres tú—Dijo mi pareja falsa.

—Callate si no quieres que te mate—Dije entredientes.

Ella rodó los ojos con burla.

—Te duele la verdad, cariño. Pero vamos, siguela y ya verás que esta con otro—Dijo soltando una carcajada.

Pero si eso era verdad me alegraba, porque porque así ella no estuviera sufriendo mas de lo normal.

—Cierra la boca—Dije agarrando su brazo con fuerza, ella soltó un quejido.

—Ya calmate—Dijo asustada soltandose de mi agarre.

Yo bufé pensando en ella, éramos tan felices hasta que ese anciano se metió en lo nuestro.

Me levanté del asiento dispuesto a seguirla, no podía dejarla, ya no aguantaba un segundo sin estar con ella a mi lado.

—¿Que haces, a donde vas?—Dijo agarrando mi brazo así evitando que salga de la cafetería.

Yo me quite de su agarre con molestia, no aguantaba respirar el mismo aire que ella, me causaba asco estar junto a ella.

—Si me vuelves a tocar te juro que lo lamentarás—Dije con molestia.

Ella asintió con miedo, yo salí del lugar siguiendo el camino por donde ella lo había tomado.

Baje de mi auto al parar en un parque, pero al verla junto a un chico, los dos llorando mientras se abrazaban. Ellos al hacerlo me causaba daño, verla lo con alguien que no era yo.

—Suni Minatosaki—Dije en voz alta.

Mi chica se separó del joven levantándose rápidamente, su boca estaba entreabierta.

Mi chica... Ya no era mía..

—Perdoname—Dije en un susurro yendo hacia ella a paso rápido.

Ella fue a mi extendiendo sus pequeños brazos.

Me abrazó quedándose allí, los deseos que les había pedido a las estrellas se hicieron reales.

La quería, y ahora la tengo abrazada a mi.

El chico se fue al sentir que incomodaba.

Ella al separarse de mi lentamente me vio, sus hermosos ojos estaban rojos y llorosos, estaba delgada. ¿Que le había sucedido a mi pequeña?

—Te extrañé, desee esto siempre, Tae-mo—Decía sollozando.

Yo negue atrayendola a mi de nuevo, no quería dejarla ir, la quería solo para mí.

—No tenía a nadie, te extraño—Dijo sollozando.

Las lágrimas caían, intentaba ser fuerte pero no podía.

—No te dejaré ir de nuevo, te lo prometo—Le dije acariciando sus mejillas.

Ella me veía con cariño, como si fuera su unico adoración.

—¿Por qué me hiciste tanto daño si yo te amo?—Me dijo.

—Yo no quise, yo no te haría tal daño. Me obligaron a hacerlo a cambio de que tu seas feliz, pero ya veo que nunca lo fuiste—Dije cabizbajo.

—Mis padres fallecieron, mis dos amigas solo.. Solo ya no hablamos—Dijo.

—Perdoname por tanto, Suni—Dije negando.

Ella asintió sonriendo.

No la alejaría de mi nunca, ella sería mía como siempre lo fue.

...