Capítulo 5.

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Mire a mi lado, ella yacía al lado mío, ella era mía de nuevo.

Sé veía tan hermosa, como si fuera un pequeño ángel buscando protección.
La protección que nunca pude brindarle...

Negue ante mis propios pensamientos desagradables, solo me enfoque en mi chica.

Acariciando su mejilla preguntándome en cuán estúpido fui para hacerle tanto daño a un ser que solo me amaba.

Pero no había sido culpa mía, era toda de la maldita chica que se creía mi novia y de mi abuelo.

Pero me lo advirtieron y yo solo hice un gran daño a una gran persona enamorada.

La vibracion de mi celular se hizo presente, frunció el ceño agotado.

"Tu novia está que pregunta por ti"

Decía el mensaje de mi abuelo, yo fruncí el ceño, pero recordé el contrato falso que tenía con tal chica.

Yo bufé agotado, estaba realmente agotado de fingir algo que no era.

"No soy un idiota, vuelve y deja a esa jentuza"

Ese mensaje de mi abuelo volvió a aparecer, baje mi mirada con lágrimas en los ojos.

Voltee a verla, tan indefensa, tan buena.

—No puedo hacerte eso, no cuando te encontré, te amo—Dije en susurros, sollozando.

Negué, no volvería a hacerle daño.

Negue repetidas veces sollozando, arrodillado. Preguntándome cuando sería feliz, cuando sería feliz con mi querida.

—¿Tae-mo?—El susurro de mi.., Suni.

—Tranquila, estiy aquí—Dije, me quite las lágrimas corridas por mi rostro.

No iba a verme de esta forma frente a Suni, no quería que se preocupara, no cuando estábamos bien.

—Te escuché llorar, ¿estas bien?—Dijo sentándose en la cama.

Yo asentí soltando una leve sonrisa, pero esta era totalmente falsa.

—Debió hacer sido un sueño, y claro que estoy bien, estas a mi lado—Dije sentandome junto a ella.

Suni sonrió amorosa, acariciando mi mano, poniendo su cabeza sobre mi hombro.

—No sabes cuanto desee para que esto sucediera, Tae-mo—Dijo abrazándome.

No podía dañarla, es la persona que amo.

—Te sigo amando, Suni—Dije en un susurro.

Sentí que ella dejó de abrazarme, sentí como se tensaba.

—¿Me sigues amando?—Dijo mirándome.

Yo asentí sonriendo levemente, como no seguir enamorado de mi primer amor.

—Desde el primer día que te vi, nunca podría olvidar a la chica que amo—Dije acariciando su mejilla.

Suni se sonrojó, sonriendo enternecida.

—Yo tampoco podría olvidar al chico que amo—Dijo besando, apenas tocando mis labios.

Le sonreí completamente enamorado, es tan malditamente hermosa.

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Al llegar a casa puse mis llaves en la mesilla, me tensé al ver a mi odiaosa novia falsa.

Solté un bufido yendo a mi habitación, si siquiera prestar atención a aquella chica.

—¿Tae-mo?—Escuché sus chillidos.

Lo que faltaba.

Voltee a verla, completamente irritado tan solo escuchar su chillona voz.

—¿Qué?—Dije fastidiado.

—¿Tan solo dirás eso? Por dios, te fuiste dejándome plantada para ir quien sabe donde—Dijo reprochandome.

Yo rodee los ojos.

—No eres nada mío, no tienes derecho a opinar sobre mi vida, tampoco te dí esa confianza—Dije con brusquedad.

Abrió su boca ofendida.

—Sabes que si mis palabras van a tu abuelo, el te quitará la cabeza. Te conviene mejorar tu comportamiento infantil, yo soy tu novia—Dijo mirándome fulminante.

—Juro que si abres tu asquerosa boca te desapareceré de la tierra, no te conviene meterte conmigo y menos hablarme de esa manera—Dije mirándola con desprecio.

—¿Me estas amenazando?—Dijo fulminante.

—No es una amenaza, tan sólo estoy advirtiendote—Dije.

Soltó un bufido mirándome con desprecio. —No te tengo miedo, Tae-mo—Dijo.

—Pues deberías, niñita estúpida—Dije mirándola con odio.

Ella me sonrió con burla—Tan solo eres un chiquillo caprichoso, ni siquiera podrías matar un mosquito—Dijo con burla.

—¿Enserio piensas eso?—Dije fingiendo tristeza.

Ella me vio con burla.

—¿Por qué aquel señor que habló mal sobre mi ex pareja no apareció?—Dije fingiendo inocencia.

Vi como puso su rostro de pánico.

—¿Porque los inversionistas que hablaron mal de ella nunca más aparecieron?—Dije acercándome a paso lento a ella.

Su cuerpo estaba estático, totalmente asustada.

Agarre fuertemente su mandíbula.

—No te metas conmigo, no querrás salir lastimada o más bien, muerta—Dije con inocencia.

Ella negó rápidamente soltando pequeñas lágrimas.

La solté haciendo que saliera de mi casa con total rapidez.

—Que estúpida—Dije bufando, yendo a mi habitación.

....




Lo que alguna vez fuimos.  (Propuesta Laboral) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora