Ⅶ: La bienvenida inicial

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Solis Dies, 14 de enero, 1.855


TaeHyung en el momento en que se fue a dormir después de pasar el resto de su día acomodando las cosas que compro en el mercado junto a la cálida compañía de JungKook, el omega más intrigante que hasta ahora ha conocido y que dejó calma tras su marcha, durante la tarde después de preparar su almuerzo se sumió en la limpieza de su hogar mientras Lucifer y Gabriel corrían de un lado a otro sin parar, siguiéndolo como si de su sombra se tratara. Incluso en el piso superior que subieron con emoción para seguirlo y después sentarse durante las horas de sol natural a revisar los planos que había traído consigo desde el trabajo para adelantar los últimos pormenores que ante el arribo de la noche ya había finalizado, por lo que tras una ligera cena y continuar en su cuadro por un par de horas más hasta que sus parpados pesaban en exceso, considero que lo mejor era ir a dormir porque mañana tendría un agitado día.

El sueño lo sumergió en un extenuante estado de inconsciencia y su cuerpo halló la contención que necesitaba entre el suave colchón y la absoluta calidez de los edredones por varias horas, largas y tendidas que durmió con la tranquilidad anidada en su pecho y el arrullo de su lobo que mediante el recuerdo de un suave aroma a petricor enlazado con las almendras incentivo un reparador y profundo descanso.

Hasta que el momento insospechado llegó con brusquedad, sacudió sus recuerdos y su memoria sufrió una potente sacudida por la nueva inmersión a la que su psique fue llamada para acudir a una instancia desconocida que reavivó un fragmento de su pasado que debería haber seguido en donde lo forzó a permanecer, pero que en definitiva fue un efecto colateral de lo que sus niveles psíquicos trataron de aprehender a través de la semejanza para reducir el impacto desconocido, pero que en lugar de ayudarle a afrontarlo solo trajeron de vuelta la crueldad que vivió a temprana edad y que se llevó consigo parte de su felicidad y de su alma que lloro con desgarrador desespero por no hallar a su complemento, por lo que, su mente en el tormento por asimilar o tratar de integrar de alguna forma el vínculo establecido lo empujo a escenarios vividos en las reminiscencias que alguna vez un pequeño afronto en medio de la compañía que anhela.

Aun dormido su cuerpo se movía con suavidad y las lágrimas comenzaron a desprenderse de su ojos cerrados, mojando su rostro y parte de su cuello al perderse en la recorrido final que terminaba sobre la húmeda almohada que también lleva su sudor impresa en la tela.

―No sigas... ―aun dormido murmuró, no a sus tormentosas memorias sino a la invasión que su enlace causó en otra mente que experimenta como propia y que le está mostrando el recuerdo amparado por la reciente pérdida de su persona amada.

En otro cuerpo y en otra piel distinta a la suya, un hombre perdió a la mujer que tanto amaba y que con su marcha se llevó parte de la vida que no conoce pero que sufre día a día por continuar con vida mientras añora la muerte temprana que se llevó a su amada en una cruel enfermedad que ni el dinero ni los mejores médicos de la época pudieron curar.

Su mente fragmentada entre el pasado que vivió en Alemania y la desgarradora agonía que vive un hombre similar a él, en sincronía sintonizó su llanto con el de aquel joven que parece tener su misma edad y los dos en medio del sueño y la soledad se acompañaron en el luto que llevan en sus corazones y que a uno más que al otro parece estarlo arrastrando a la decadencia de una existencia que es una tortura continuar habitando.

El agobio tiño el vínculo y las ondas expansivas de un sombrío y potente negro que como el insondable oscurantismo permeo las barreras de su mente para penetrar el centro de la memoria que de nuevo fue atacada por una entidad foránea e imprimió en su funcionamiento un esquema que se inmortalizo como un nuevo recuerdo de los bastos que ha ido acumulando a lo largo del tiempo y que desde hace unos días están volviendo para que su reserva de reminiscencia se siga expandiendo, como si ya no tuviera suficiente con todo lo que ha tenido que presenciar a lo largo del tiempo que lleva de vida.

La Anarquía de Psique || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora