ⅠⅠⅠ: El hijo del sol lo encontró

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En el instante en que TaeHyung escuchó con bastante agudeza los suaves toques sobre la puerta, su lobo que llevaba unos minutos inquieto, tras el sonido producido por los tres golpecitos, se aquietó en gran medida y solo dejó detrás de sí una excitación anticipatoria que ocurre en los momentos en que finalmente se obtiene el tan codicioso premio ante el deseo primario.

Por lo que pareciera que detrás de la parte y desde el exterior proviene el estímulo que hormigueo en la piel de su mano cuando se apuró a abrir la puerta y dio un corto salto cuando la perilla metálica entró en contacto con su piel para jalar con fuerza y ver quién estaba allí, aunque no necesito preguntarlo, cuando la voz de Aiden se alzó desde el otro lado para anunciar su presencia.

Y detrás de él llegó la ambrosía perteneciente a las dulces almendras de la presencia del omega que respondió de la misma forma que él. El impacto los atravesó como un rayo en el día más caluroso del verano que tras su aviso imponente en el cielo desata una tormentosa y esporádica lluvia que da un poco de consuelo por las bajas temperaturas que se asientan para volver a tomar fuerza.

Fue un exceso que atiborraron sus sentidos al no comprender lo que representa la persona que tiene enfrente.

―Buenas tardes casi noches, señor TaeHyung ―saludó Aiden cuando el alfa terminó de abrir la puerta de par en par y ante su llamado bajo su mirada para dedicarle una bonita y curiosa sonrisa de corazón que lo contagió.

―Hallo Lilie ―respondió en alemán el alfa haciendo uso del nuevo sobrenombre que se le ocurrió ponerle al cachorro mientras venía del trabajo y entre los distintos lugares que vio, su mirada se quedó fija en la floristería que le recordó el lenguaje de las flores que hace tiempo no usaba, al menos no de forma directa hacia una persona, porque lo que al ver el blanco de las rosas, recordó los lirios del mismo color que personifican la pureza de Aiden.

Aunque TaeHyung no pudo verlo por estar concentrado en la expresión interrogante del pequeño que luchaba por comprender lo que se le dijo en otro idioma que no conoce, JungKook logró descifrar lo que el atractivo alfa dijo, lirio, tan similar e igual a la forma que él tiene de llamar a su cachorro.

Su mirada se quedó fija sobre los movimientos del alfa al agacharse para quedar a la misma altura de Aiden y su corazón se estrujo con fuerza cuando una fugaz mirada dorada se posó sobre él y rápidamente volvió a la cuestión que el de cabellos anaranjados expuso.

―Creo que solo entendí que me dijo hola, a menos que también me esté equivocando ―afirmó con duda en su ceño fruncido por no saber a lo que se está refiriendo, pero no es su culpa no comprender el alemán más allá de un saludo inicial.

Porque incluso en eso el alfa le lleva la delantera, ya que parece ser que él domina un poco del irlandés, debido a que el día en que su padre lo sorprendió hablando con TaeHyung, él comprendió lo que estaban hablando, o bueno la preocupación acerca de lo que su bonito papi dijo, si la entendió porque luego él excusó el comportamiento agitado de su Minnie.

―Es cierto cachorro, aparte de hola, Lilie, significa lirio, pero en este caso quiero que tengas presente que me refiero al blanco ―explicó TaeHyung sonriéndole tan bonito a Aiden que él logró sentirse un poco cohibido por la presencia ajena.

Hasta que recordó algo y sus ojos se abrieron en grande, exhibiendo aún más la peculiaridad esmeralda en uno de sus orbes.

―Mi tío Kook también me dice así, bueno me dice pequeño lirio ―comentó con energía―. Ahora que lo recuerdo hace un tiempo que no he visto ese tipo de lirios ―inclinó su rostro hacia arriba tratando de recordar la última vez que los compraron para adornar los jarrones de su casa que ahora están vacíos mientras terminan de acomodar todo lo de la mudanza.

La Anarquía de Psique || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora