ANY

5.- Estorbo

La amenaza comenzaba a sembrarse, el temor que le infundían no lo reprimía... al contrario lo motivaba a luchar por este mundo

Necesitaba...

Un...

Cambio...

.

.

.

─ Zander, ¿cierto? ─ preguntó una chica; aquella chica que formaba parte de su grupo escolar, mientras tocaba su hombro sobresaltándolo ─ ¿Estas bien? ─ preguntó preocupada.

─ ¿E-Eh? Sí, sí no te preocupes ─ contestó con una mirada intranquila mientras la chica se quedaba observándolo.

─ ¡Apártense del paso! ─ gritó una chica frente a ellos. Al parecer se encontraba molesta ya que su rostro mantenía sus definidas cejas frunciendo el ceño con sus brillantes ojos violetas enfocados en ambos ─ Dije, ¡que se hagan a un lado! a menos que quieran que yo misma los aparte ─ amenazó la rubia creando una esfera de luz ardiente con una mirada molesta

La rubia era un poco más alta que Zander, su piel era de tez blanca con algunas plumas en su cuello y muñecas sin mencionar su ropa de marca que presumía con regocijo.

─ Lo lamentamos ─ en ese momento Zander y aquella chica Mildred se hicieron a un lado dejando pasar a la chica arrogante y presumida.

─ Inferiores, nada más estorbando a los verdaderos heroes ─ dijo para sí misma pero lo bastante fuerte para escucharse hasta donde estos chicos se encontraban.

─ ¿Quién es ella? ─ preguntó Zander curioso y algo molesto por la actitud de la misma.

─ Amy Rodney, chica privilegiada, rica y arrogante. Ella afirma que será la primera chica en ser un elemental, hasta el momento es una de las chicas más fuertes del instituto sin mencionar que su magia se relaciona con la luz así que es muy probable de que sea cierto su comentario ─ dijo Mildred para soltar un suspiro ─ Aunque me parece injusto que una chica como ella pueda ser tan importante. Literalmente es un asco de persona.

Zander parecía confundido, tal vez por la chica, tal vez por lo de los elementales, tal vez sobre la magia o incluso podría ser por lo que aquel hombre le había dicho. Incluso yo tengo una gran amnesia que me hace cuestionarme un poco sobre lo que estoy viviendo en carne propia con la vida de Zander.

─ Regresemos a clases ─ dijo serio, dando pasos en una dirección. A pocos segundos la chica lo siguió.

─ No quisiera ser entrometida pero, ¿qué te dijo el director? ─ preguntó la chica curiosa tras haber escuchado su conversación con el profesor Negrete.

─ Nada importante ─ respondió seco.

─ Zander, conocemos el perfil de ese hombre claramente no fue algo agradable lo que te dijo, además te veías atemorizado ─ dijo breve la chica.

─ Entonces no preguntes si sabes de que trata.

─ Ese es el problema, sé que no fue algo bueno pero no se el contexto de lo que te dijo. Me gustaría ayudarte y por eso es que me involucro tanto.

─ A menos que seas Charlotte Chains y puedas arrebatarme mi poder no creo que me puedas ayudar. Pero... tal vez allá alguien que sí pueda ─ No sabía que planeaba el de cabellera rojiza pero a mi parecer era algo importante sí involucraba lo que el director le había dicho pero cuando volví a la visión ambos  ya habían entrado a su salón de clase.

─ Que bueno que llegaron, tomen asiento ─ Una vez que ambos se sentaron en sus respectivos lugares el profesor continuo dando su clase─ Como iba diciendo, antes en este mundo existieron libremente las entidades quienes en algún punto nos crearon, las entidades más poderosas registradas se encuentran en el antiguo libro perdido de nuestra raza el cual fue escondido por los elementales de hace cientos de generaciones atrás. Una de esas entidades; o dioses como quieran conocerlos, más poderosos y peligrosos fue la mítica Slidermoon, la entidad de la destrucción. Esta poseía la contra-parte del poder de la creación, poder que era capaz de destruir cualquier cosa de la forma que quisiese y que muchos afirmaban que corrompía mentalmente a cualquiera que estuviera en contacto con esta magia maligna. Se dice que se veía como la completa oscuridad otros como la soledad infinita pero muchos concuerdan que el sentimiento de estar cerca de Slidermoon era de terror puro o al menos eso se lee en escritos pergaminos.