Día 4: Daylight

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Disculpen la tardanza. Vamos por ese día 4 que tendrá continuación con el día 5 <3


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No sabía que esperar de esta oportunidad de trabajo. No sabía porque había apoyado a Eren en venir a la mitad de la nada en la temporada de otoño a morir de frío, soportar la humedad del rocío de la mañana y la oscuridad de las noches.

El campo era un lugar difícil de describir. No era como un bosque rodeado de montañas, tampoco era la libertad que expresaba la costa con su amplio mar. Lo rural era una mezcla entre ambas de una manera muy particular. Había un río inmenso que lo cruzaba un puente donde las ráfagas de viento podían llegar a ser salvajes, y por otro lado, tenías las colinas y cerros llenos de árboles, arbustos y siembras. El olor a leña siempre estaba y de un lado u otro se podía escuchar los animales alardear que el día había comenzado.

¿Cómo toda esa descripción la había sacado en dos días de haber llegado a ese pequeño pueblo? La respuesta era que no quería estar ahí.

Eren, mi amigo de toda una vida, nos conocimos desde pequeños, fuimos a las mismas escuelas y la misma universidad, ambos nos unía la ingeniería en distintos ámbitos, pero logramos alcanzar nuestra meta de graduarnos y conseguir buenos trabajos, por casualidad en la misma empresa. Sin embargo, acá venía el inconveniente, yo pensaba que siempre estaríamos en el auge mismo de la ingeniería industrial y mecánica, pero la empresa decidió realizar proyectos concursables para que entidades o municipios de recursos más reducidos pudieran actualizar y capacitar a los trabajadores de las empresas aledañas al contexto. ¿Qué sucedió? Eren y yo fuimos enviados por tres meses a un pueblo en el distrito de Sina, lugar donde residen las empresas forestales, alimenticias y celulosas, donde todo hombre de campo iba a trabajar ahí para llevar un sueldo más o menos decente a casa.

¿Por qué aceptamos? Eren era el más entusiasmado, decía que estaba aburrido de estar encerrado en Shiganshina frente a un escritorio sin ser ningún aporte, por lo que me rogó que aceptara el desafío ¿Yo por qué acepté? Porque no tenía otra solución, necesitaba ese trabajo para adquirir experiencia y seguir con mi meta de llegar a trabajar en el puerto principal de Eldia y ver la costa todos los días.

Lo rural podía tolerarlo, pero apenas dos días en esa casa en mitad de una comunidad, que cada vecino estaba a 100 metros de distancia, ya me estaba desesperando.

El agua salía muy fría, el barro en los zapatos era algo que no se podía evitar, los animales en la mañana se dedicaban a chillar a las cinco en punto y para ir a comprar víveres se debían bajar al pueblo donde si no llegabas a encargar el pan de la tarde, no tenías con que acompañar un plato de sopa algo desabrida hecha por Eren.

Si, llevaba dos días y ya estaba harto del contexto. Sin embargo, el lunes por la mañana tuvimos que ir a trabajar a las empresas cercanas, había mucho movimiento, mucho que hacer y a la vez, los representantes que nos recibieron tenían todo un plan de trabajo para proponernos con posibles modificaciones que pudiera sugerirles. Ese día, mi actitud algo había cambiado, pero solo cuando estaba trabajando, porque al llegar la tarde y devolvernos a nuestro hogar provisorio, los ánimos se me venían a bajo.

-Eres un exagerado, nunca lo pensé de ti -Dijo Eren abriendo la puerta de la casa y encendiendo las luces al entrar. Nos sacamos las botas para dejarlas afuera, era la mejor solución para no tener que limpiar el piso cada cinco minutos.

-Mira quién habla -Dije entrecerrando mis ojos al escucharlo, me dirigí hasta la salamandra para tomar un par de hojas de periódico, un poco de leña y el encendedor, la casa estaba hecha un cubo de hielo.

Nuestro hogar tenía tres habitaciones, un baño, cocina y comedor juntos y la sala al entrar a la casa. Cada uno de había elegido su habitación, el vivir con Eren no era complicado, lo terrible era que no se apoderara de la cocina y se las diera de chef, por lo que la comida corría siempre por mí. No tenía mucho talento en lo culinario, pero lo básico que podía hacer era bueno y comestible.

ARUANIWEEK AGOSTO 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora