Día 6: Travel

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Habíamos discutido en plena reunión, los chicos estaban sorprendido del nivel de discusión que teníamos, no elevábamos mucho la voz, pero claro, no era usual que ambos nos miráramos de manera desafiante mientras uno negaba a la petición del otro.

Hasta Connie y Pieck estaban serios, escuchando todo lo que estábamos diciendo. Hasta que Jean sugirió dejarnos solos para que arregláramos nuestros problemas de matrimonio.

¿Cuál era el problema? Habíamos descubierto hace un par de semanas que estábamos esperando un bebé.

Como lo leyeron, un bebé.

Era normal luego de tanto tiempo, llevábamos casi cinco años casados, seguíamos con nuestro rol de embajadores y diplomáticos, nos habíamos cuidado mucho y fuimos responsables hasta que el momento llegó sin previo aviso. Entramos en pánico, una noche completa sin dormir hasta que ambos reflexionamos del evento y lo aceptamos, éramos una familia a la cual se le iba a sumar un integrante más.

Sin embargo, ahí estaba la razón de nuestra discusión en plena reunión, Armin no quería que yo me subiera a un avión para cruzar el continente para ir a las islas de la polinesia. Debíamos ir por temas del nombramiento de algunos presidentes y hacer "el deber cívico" como nación el ir a felicitar a estos personajes que ni el nombre sabía ¿Cuál era el dilema? Tenía apenas 3 meses, ni se me notaba, solo fue que, de un momento a otro, no soportaba el glaseado de los pasteles y donas, con solo oler el dulzor de aquello, debía de vomitar o me venía un ahogo terrible.

-Ahora que los chicos se fueron... Dime, ¿por qué no quieres que vaya? Hace dos meses atrás fuimos a Paradise, en avión, no en barco y no me sucedió nada ¿Por qué crees que ahora me pasará algo? -Pregunté rápidamente frunciendo el ceño.

Armin me miró con una mueca en los labios, total preocupación.

-Las cosas cambiaron Annie, no podemos arriesgarnos a que estemos en pleno vuelo y tú te sientas mal, son casi 12 horas de vuelo, no es ningún chiste -Dijo con seriedad, cerró la carpeta que tenía con algunos protocolos y se levantó de la silla.- Sé que me podrás decir que no pasará nada, pero entiéndeme... Si algo te sucede a ti, y seré egoísta, si por una razón yo llegase a perderte por un embarazo mal cuidado, no podría seguir... Eres la persona más importante para mí en estos momentos, no quiero volver a perder a mi familia.

Sus palabras fueron justas y precisas al momento que las escuché, se instalaron en mi consciencia y en mi corazón, en mi alma.

Armin siempre iba con la verdad por delante, cuando debía mentir era por fuerzas mayores, pero ni una mentira le había conocido a él durante el tiempo que llevábamos juntos.

Suspiré profundamente al tiempo que me tiraba hacia atrás apoyándome totalmente en el respaldo de la silla. Llevé mis manos hasta mi rostro para despejar un poco la irritación que se había esfumado hace poco segundos con sus palabras.

Tan bueno para las palabras, pero a la vez, tan sincero con sus sentimientos.

-Entiéndeme Ann-...

-Lo hago, créeme que lo hago. -Dije sacándome las manos del rostro para mirarlo. Se había acercado a mí y había puesto una de sus manos en mi hombro. Yo no era muy buena con las palabras, no sabía bien como expresarme y eso que llevaba tantos años al lado de una persona que tenía un discurso impresionante.- Tampoco podría estar bien, tampoco podría seguir si algo te llegase a pasar, por lo mismo volvía ti hace años atrás en esa batalla infernal... -Esperé unos segundos antes de volver hablar.- Pero esto es distinto, nada me duele, no me están despedazando los brazos o las piernas, solo tengo una masita sin forma aun creciendo dentro de mí.

ARUANIWEEK AGOSTO 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora