Las risas de ambos resonaban por toda la habitación.
- ¿Y recuerdas aquella vez que pensamos que nos perseguía yacumama? -preguntó Perú.
- ¡Ah! Cómo olvidarlo si nos sacamos la mugre luego de correr tanto jaja
- Encima que tropecé y rodeé colina abajo
- No sabía si correr por ayuda o ir por ti
- Sonso, no hiciste ni uno ni lo otro. ¡Te quedaste como estatua!
- ¡Es que no sabía qué hacer! Si te dejaba, yacumama segurísimo te comía y si me quedaba nos comía a ambos
- Y mientras tú no te decidías, yo estaba medio muerto entre la tierra y la malesa
- Sisi, lo siento, pero tuvimos suerte de que había alguien cerca
- Tayta... -sonrió nostálgico el peruano.
- Tayta Tahu -sonrió el boliviano.
Ellos no eran hermanos como tal, pero sentían una gran hermandad gracias a que fueron cuidados por la misma persona: Tahuantinsuyo.
Bolivia no esperó que el peruano recordara muchas cosas con él, aunque la mayoría de esos recuerdos son con Tahu presente. Es extraño; estaba feliz y preocupado a la vez. ¿Será que recuerda que tayta ya no está con ellos?... No le iba a preguntar, porque si no lo recordaba, él tendría que explicárselo y no quería herirlo con feos recuerdos...
No quería herirlo más...
- Bolivia... Gracias
- ¿Y eso? -le preguntó juguetón.
El peruano lo miraba con una tierna sonrisa. Meditó un rato y habló.
- Creo que no me he reído tanto desde hace tiempo y bueno... Muchas gracias -amplió su sonrisa, cerrando sus ojos.
Bolivia lo miró sorprendido y sus mejillas se ruborizaron.
- Tonto, sabes que siempre estaré para ti
- Lo sé...
Bolivia apartó su mirada. Sabía que no estaba mintiendo, no del todo... Él se prometió a sí mismo siempre estar para Perú, pero no siempre estuvo para él...
No fue algo que él realmente haya querido. Cuando hay guerra, cada país vela por lo suyo. Y por más aliado que sea de Perú, no puede actuar imprudentemente ante su gente.
Abandonar a Perú en la guerra del Pacífico no fue su decisión, pero tuvo que acatar la orden. Aunque... No importa cómo haya sido, no justificará lo que hizo... traicionar la confianza de quien más lo apoyó es su mayor pecado.
Y, sin embargo, aquí estoy...
- Yo... -no sabía con qué cara se había presentado ante Perú.
Ya habían pasado unos años de la guerra del Pacífico. Y, en todo ese tiempo, no se habían hablado ni mucho menos visto.
- L-Lo siento, vine sin avisar
Y es que temía que no quisieras verme...
- Bolivia... -estabas en shock y creo que se te cortó la voz.
- Tal vez no debí venir... -aparté la mirada con vergüenza- P-Pero es tu cumpleaños y yo realmente quería verte y...d-disculpar_
Te abalanzaste para abrazarme.
- Mi mayor regalo es tenerte conmigo -me abrazaste con más fuerza- Gracias...
Y no pude aguantar las lágrimas.
- Lo siento, l-lo siento, en serio... lo siento mucho -me aferré a ti.
Y ya no quise soltarte.
- ¿Boli? -preguntó el peruano, sacando de su ensoñación al otro- Puedo... ¿preguntar algo?
- Dime -sonrió y esperó con paciencia aunque Perú formulará su pregunta.
Luego de muchos segundos, finalmente habló.
- ¿Dónde está tayta? -a Bolivia se le cortó la respiración, pero trató de disimular su pánico con todas sus fuerzas- No ha venido...
El boliviano se levantó de su silla y fue a sentarse en la camilla, al lado del bicolor. Lo miró a los ojos, trasmitiendo calma.
- Él está en un lugar hermoso, la última vez que fui a verlo estaba rodeado de abundantes y bellas flores
- Él siempre amó las cantutas...
- ¡Sí! Tiene algunas cantutas, te ayudé a plantarlas para él
- Es cierto... Pero no ha venido...
- Es que tiene mucho por hacer, pero me dijo que te dijera algo muy importante. ¿Quieres saber?
El peruano lo miró con un brillo de curiosidad y asintió con la cabeza. El boliviano llevó su mano a la cabeza ajena y acarició sus hebras con devoción.
- Te amo... -rio risueño pero detuvo sus movimientos al ver una fina gota bajar por la mejilla de Perú.
Mas este sonrió ligeramente y miró al tricolor.
- Dile que también lo amo y que lo esperaré
Bolivia pasó saliva.
- Claro, se lo diré... -lo abrazó de lado y puso su cabeza encima de Perú, sintiendo con su mejilla aquellos suaves cabellos que amaba acariciar.
Y es que Bolivia sabía (y esperaba) que Perú olvidaría este momento. En su último examen había presentado pérdida de memoria a corto plazo. Así que esa era una gran posibilidad.
Estaba dispuesto a mentir si con eso protegía a Perú.
No lo iba a dañar con un recuerdo que quizá sea de los pocos que permanezcan en su memoria. Mejor, le daría recuerdos felices con la esperanza de que alguno de ellos se queden en su frágil mente.
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Lo que realmente pasó... (Todos x Perú)
غموض / إثارةPerú, un país conocido por ser amable, leal y servicial. Amado y querido por muchos. Y cómo no, si él siempre se preocupaba por los demás antes que consigo mismo. Solo bastaba con ver su cálida sonrisa para sentirte mejor. Pero... Un día... Solo...