Eunhae

Videocámara

-¡DongHae, pausa esa cámara!

El nombrado ríe fuerte mientras sostiene la videocámara en mano, filmando un vídeo mientras apunta el rostro de HyukJae, demasiado cerca.

-Di que me amas.

-Lo diré cuando apagas eso, la llevas a todos lados...

-Hyukkie, he dicho que digas que me amas.

El joven de cabello oscuro, y quien es invadido en su privacidad por su propio novio, rueda los ojos. El castaño no pararía hasta obtener lo que que quería.

-Te amo. -Dice entre un suspiro mientras miraba fijamente la cámara, regresando luego a lo suyo.

DongHae sonríe mientras por fin pausa el vídeo, dejando el aparato sobre la mesa de centro en la sala de estar. Se encuentran mirando la televisión en un viernes por la noche.

-¿Por qué la llevas a todos lados? -Cuestiona el mayor, desviando su mirada de la televisón para dejar toda su atención en su novio, como siempre.

-Si algún día me dejas, yo...

-Hemos hablado sobre eso ya. -Interrumpe HyukJae mirándole casi con ojos suplicantes. Él odia sacar esos temas.

-Sólo quiero tener cada momento guardado conmigo.

El mayor puede sentir como si su corazón fuera a salir por su pecho. Late tan rápido que posiblemente así sería.

¿Cuántos años?... Cinco. Cinco años de relación con aquel hombre que se encuentra a su lado. ¿Cuántas veces? No lo sabía. Pero tantas veces puede recibir palabras lindas por parte de su castaño, y jamás se acostumbraba.

Sonríe y corre su cuerpo hasta dejar que su pierna roce con la de su pareja. Toma en sus manos una de las ajenas, y comienza a jugar con sus dedos de forma tímida, acariciando de vez en cuando torpemente.

-Hae, sabes mi respuesta.

El mencionado asiente varias veces de forma infantil, con un sonrisa que el mayor lograba admirar cada que puede verla.

-Que seremos pasitas juntos.

-Y tal vez incluso más que eso. Más que llegar a arrugas juntos. Nuestro amor es más que eso... Nunca lo dudes. -Murmura HyukJae. Ser cursi con su pareja era algo que no podía evitar. Aún si fuera de lo más tímido, le salía por sí solo.

DongHae le mira por unos segundos antes de acercar su rostro, y rozando sus labios contra los ajenos, comprende por quién sabe cuánta vez, que tenía a la mejor persona del mundo. Y no sólo eso... La mejor persona del mundo iba a estar con él siempre.

Presiona tranquilamente sus labiales sobre los rosados y carnosos del mayor, sintiendo como en aquellos se formaba una pequeña sonrisa, que le invita a más. Y él también desea más.

Deja que sus labios se muevan por sí solos, dedicándose a saborear todo lo que pudiera, cada parte de su boca.

Algo que DongHae jamás podría dejar de amar, es la forma en que HyukJae le besa. Le besa con esa boca tan gruesa pero delicada, de forma tan lenta y a veces tan rápida, le besa cada parte de su boca, que incluso puede sentir su saliva en la comisura de sus labios. Abarca todo, aunque sólo le esté besando en los labios, HyukJae abarca todo en DongHae. Abarca su corazón, sus sentimientos, sus sonrisas, sus miradas. Todo.

Sin saber cómo, el mayor ya está sobre el cuerpo del menor, recostados a lo largo del sillón. Sus manos bajo la camisa del castaño, tocando de forma posesiva pero delicada su piel, esa piel que le invita a marcar con besos y demás. Abandona sus labios lentamente, no sin antes jalar del borde inferior entre su dentadura, y finalmente bajar hasta su cuello. Se dedica a marcar esa piel, lame, muerde, succiona, y cree que nada puede ser mejor, que nada puede arruinar eso.

"Píp."

El silencio, ya que sólo estaban ellos dos, logra permitirle escuchar aquello. HyukJae detiene sus acciones y eleva su mirada.

Aquello tenía que ser una broma.

El castaño le mira con inocencia para tratar de remediar lo hecho... con una vídeocámara en mano. . Aquel sonido, debido a que había aplicado zoom, como si no fuese suficiente filmar.

Se queda mirando, mirando, mirando...

Entonces HyukJae se echa a reír. Ríe del amor que siente al ver la cara de su novio algo sorprendido al pensar que él no se daría cuenta. Y también al preguntarse en qué momento su novio había tomado el aparato y ni siquiera lo notó. Se abraza con fuerza a su cuerpo, y llena con sonoros besos el rostro del cuerpo bajo el suyo que también ríe de forma divertida.

-Eres de lo peor, DongHae. -Le murmura, con una sonrisa pegado a su mejilla. El menor no dice nada. Sólo sonríe y agradece no haber pausado en ningún momento el vídeo, ni aún cuando fue descubierto. Un nuevo momento para él. Un nuevo momento en el que ambos se mostraron risas sinceras y llenas de amor. Un nuevo momento que quedó grabado. Y... grabado literalmente hablando.

DongHae, aún cuando sabe que HyukJae jamás le dejaría, quiere tener todo él. Aún si eso implica llevar una cámara a todos lados. Ellos se saben amar, de todas las formas posibles, cada acción, cada palabra... Ellos simplemente se aman. Y sería así siempre. No importa que HyukJae tenga que ver más tiempo frente a él una cámara que el infantil rostro de su novio.

Aunque pensándolo bien... La idea de filmar una situación como esa no es mala idea.