The Nerd // WandaNat \\ (CANCELADA)

Capitulo 5

Wanda Maximoff:

Le envié a Natasha una nota en la clase para vernos en el baño a la hora de salida, que es ahora, la voy a invitar a mi casa, claro que no iba a hablar de algo tan serio en el baño de la universidad, además Pietro está entre daño extra para poder quitarle e puesto a Steve de capitán.

— ¿Wanda? — dijo Toni llegando al baño.

No me dijo nerd... pensé

— Hola Natasha — dije

— ¿Para que me necesitabas? — preguntó

— Solo quería invitarte a mi casa para... hablar — dije soltando un buen suspiro.

— Claro! — dijo

— Bien, ire con Pietro para que me de las llaves el coche. — dije

— No prefieres dar un paseo en mi moto — preguntó agitando las llaves.

— No! Ni de coña m subo a esa maquina de la muerte — dije asustada.

— Bien, seguiré a tu coche — dijo en tono burlón.

Fui al campo dónde se encontraba el equipo de fútbol, entre ellos mi hermano.

— Piet — dije acercándome.

— Que pasa Wandis — dijo sacándose el casco, por si no sabíais, el fútbol que juega, es fútbol americano.

— Las llaves del coche — dije extendiendo mi mano.

— En mi mochila — dijo señalando su mochila que estaba en los bancos.

— Gracias — dije llenado a por su mochila.

Tome las llaves y volví al estacionamiento.

— Ya tengo las llaves — dije llegando donde Natasha.

— Bien, yo te sigo Maximoff — dijo

Subí al coche y mire por el retrovisor para ver si Natasha me seguía y efectivamente. Tome el camino el cual llevaba a mi casa.

Llegamos a mi casa sanas y salvas.

— Bonita casa Maximoff — dijo Natasha.

— Gracias — le contesté.

— Ven — dije y la lleve dentro.

Al entrar grite a mi mama para saber si estaba y al parecer no estaba.

— Bueno, ven, te llevare a mi cuarto — dije subiendo las escaleras.

— Vaya, te gusta mucho el rojo — dijo viendo toda mi habitación.

— Si, bastante — respondí.

— Bien, de que quieres hablar? — preguntó sentándose en el borde de la cama.

— De porque..... me besas y luego te burlas como si nada — dije jugando con mis dedos.

— Porque... me gustas mucho, pero también, tengo una reputación que mantener — dijo acercándose.

— t-te gusto? — pregunté incrédula.

— Si y mucho, pero nuestras posiciones sociales no mee permiten demostrarlo liberadamente — dijo acariciando mi mejilla.

— ¿y que tengo que hacer para que no te avergüences de mi? — pregunté algo triste.

— Oye, espera, yo no me avergüenzo de ti, eres hermosa, es simplemente cuestión de vida social — dijo

— Que significa eso? — pregunté

— Que si tu y yo andamos en la escuela, hay dos opciones, que tu te vuelvas popular o que yo me vuelva una marginada — dijo