Fantasías

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Había conseguido dormir en una habitación distinta a la de él,quedándome más tranquilo. Aunque quedarse con un shinigami en una habitación no suele ser tranquilo para nada.
- Oye,Light. -dice Ryuk,devorando la manzana que tanto ansiaba- ¿Cómo fue el baño?
- ¿A ti que coño te importa? -repliqué,cuando notaba como mis mejillas se ponían rojas. No era algo normal en mí para nada,menos tratandose de un baño en el que me querían..no quiero ni pensarlo.
Ryuk suspiró,nunca había visto a Ryuk sin reírse ante una de mis contestaciones. Creo que el shinigami sospecha algo que ni sé.
Recuerdo que a la hora me quedé dormido,tan dormido que el ruido que hacían los amiguitos de mi padre (y el idiota de Matsuda) no afecto para nada a mi sueño. Y el sueño es algo en el que todavía pienso.
Ahí estaba L,en medio de una pradera,con la manía de morderse el dedo que tanto me ponía la piel de gallina, mirando al horizonte. No tenía ningún dulce,ningún ordenador,no estaba ocupado,tan solo disfrutaba de la vista que le otorgaba el cielo. Que nos otorgaba.
Me acerqué a él,y me miró fijamente,como si el cielo fuera yo,como si fuésemos algo más que enemigos que quisieran matarse el uno al otro,y por último,por fin,dijo:
<<Eres un masoquista>>
Ahí me desperté,y supe que todo fue obra de un estúpido pensamiento. Ryuk seguía ahí,mirándome como si fuera un animal en peligro de extinción,y esta vez fui yo el que rió,reí con todas mis fuerzas,mientras el shinigami se limitaba a observarme.
- ¡No soy un masoquista! -grité entre risas- ¡Hay que ser gilipollas L, gilipollas! ¡No soy maricón,no soy un experimento,soy el Dios del Nuevo Mundo! ¡Y la gente como tú acabará en el infierno por interrumpir el bien del mundo!

Mejor a él noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora