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Baekhyun aún estaba llorando en silencio mientras caminaba por el pasillo que tantas veces había recorrido; con sus dedos tocó su cabello mal cortado y se sintió avergonzado. No entendía la razón para que ella le haya hecho todo eso.

—Escúchame —le dijo aquel omega de ojos redondos mientras se giraba hacia él—, solo tapa tus oídos y cierra tus ojos ¿Sí? —le susurró.

—¿Por qué? No entiendo —frunció su ceño sin entender.

—Solo haz lo que te digo, protegete a ti y a tu cachorro —dijo mirándolo directamente a los ojos—, no te preocupes por los demás, el mundo a veces es injusto.

Baekhyun no entendía nada de lo que el otro estaba hablando, pero no tuvo tiempo para pensar, ya que fue empujado hacia la celda oscura. Luego vio como el omega que lo había llevado, se perdió por el camino por dónde había venido.

—Omega —escuchó un gruñido detrás de él, así que lentamente se dio la vuelta.

Baekhyun agarró los barrotes, apretando sus manos alrededor mientras que su respiración se agitaba. En ese momento vio al alfa nuevo, aquel que siempre le había llamado la atención de alguna manera, pero en esta ocasión prefería estar muy lejos de él, ya que aquel alfa se veía intimidante con aquel rostro agitado.

—No me toques, vete —susurró en un hilo de voz mientras comenzaba a temblar.

—Omega —volvió a repetir y su mirada estaba perdida, como si no estuviera en su mente.

Baekhyun sacudió su cabeza y se dio la vuelta para ver si alguien podría ayudarlo, pero los guardias parecían aburridos en sus lugares sin siquiera mirar en su dirección. Luego sus ojos captaron algo, la celda en el final del pasillo; esa era la celda donde había pasado momentos lindos con su alfa.

—¡Alfa! ¡Alfa! —comenzó a gritar, ya que no sabía si a Chanyeol le molestaría que los demás sepan su nombre— ¡Alfa!

—Baek —escuchó al fondo— ¿Eres tú?

—Alfa, alfa, soy yo —sacó sus manos por los barrotes y uno de los anillos en sus dedos, brilló indicándole a Chanyeol dónde estaba—, tengo miedo, este alfa está en celo.

Solo se sintió un pesado silencio y luego un grito, Baekhyun gritó cuando el peso del alfa se colocó encima de su espalda. Luego su túnica comenzó a ser alzada.

—Si le llegas a hacer algo, te pondré tus tripas como collar —Chanyeol amenazó mientras empezaba a golpear los barrotes de metal, estaba furioso—. Baek, ¡Baekhyun! —seguía tratando de salir de ahí mientras escuchaba los gritos de su omega.

Baekhyun pensó que todo terminaría así, que su hijo iba a perecer por aquel alfa, solo empezó a llorar mientras escuchaba como Chanyeol quería salir de aquella celda. Odiaba su vida en ese momento.

—Estás preñado —susurró aquel alfa de piel morena mientras se apartaba, frunciendo su nariz.

—S- Sí, lo estoy —asintió con su cabeza.

—Vete —lo empujó y retrocedió.

Baekhyun cayó, golpeando su cadera en el suelo y de inmediato retrocedió arrastrando sus glúteos hacia atrás. Su respiración agitada estaba empezando a calmarse; al parecer ese alfa tenía bien sus instintos.

—Alfa, cálmate, no me tocó —le dijo a Chanyeol, ya que esté seguía golpeando los barrotes.

—¿Están bien? —preguntó preocupado.

—Sí, sí, mi alfa —respondió mientras recogía sus piernas para descansar su barbilla sobre sus rodillas—, estamos bien.

—Bien, solo quédate alejado —le dijo mientras su voz hacía eco en las paredes.

Cicatrices de libertad || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora