XI

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Baekhyun iba detrás del omega de ojos redondos y se detuvo por un momento para ver la celda en el fondo, ahí estaba su alfa. Sin embargo, enseguida volvió a caminar, ya que estaba lleno de dolor por lo que había escuchado.

—¿Iré de nuevo a la celda con el nido? —preguntó en voz baja y el otro solo asintió con la cabeza.

Sin embargo, cuando se suponía que debían voltear al otro pasillo, el omega lo siguió conduciendo de manera recta, lo que alarmó un poco a Baekhyun, pero no dijo nada y solo se limito a mirar de reojo al de ojos grandes.

Fue un viaje algo largo, así que decidió mirar a su alrededor hasta que se detuvieron y Baekhyun fijo sus ojos en una pequeña casa donde ambos entraron, dejando a los guardias detrás.

—Estamos dónde el médico, necesitan que tu embarazo este bien —dijo sin expresión alguna y luego vieron a un hombre vestido de blanco.

Baekhyun levantó sus cejas cuando vio al señor, porque era el mismo que solía llevarle implementos médicos para curar a Chanyeol. No pudo evitar sentirse nostálgico al recordar cómo solía limpiar sus heridas.

—Por favor, recuéstalo —le dijo al omega guía.

—Ven, acuestate —le dijo a Baekhyun, quien asintió.

Cuando ya estuvo tumbado sobre una cama un poco incómoda, aquel hombre levantó su túnica, así que enseñó sus dientes, porque no le gustó aquella acción y luego tuvo que calmarse, porque el otro omega le regañó.

El médico comenzó a palpar el vientre hinchado y luego colocó su oído cerca de la piel por unos momentos. Luego se retiro por un momento, metiéndose en una pequeña habitación.

Ambos omegas estaban en silencio, ya que Baekhyun se encontraba demasiado incómodo como para empezar una charla y el otro estaba distraído pensando en algo. Sus miradas se movieron cuando el médico salió con unos aceites y vendajes.

Baekhyun quiso preguntar el motivo de que empezará a untarlos sobre su vientre y luego envolviera la venda alrededor, pero decidió quedarse callado; creía que las costumbres de los humanos eran muy raras.

—¿El bebé está bien? —interrogó, el omega de pie.

—Por supuesto, la barriga está algo pequeña para su tiempo, pero enviaré a una esclava a la cocina para que le den otro tipo de comida, un poco más nutritiva —le explicó y luego hizo una seña para que se levanté.

—Bien —respondió.

Baekhyun se había mantenido callado, así que el otro le explicó lo que dijo el médico. Sonrió, ya que lo único que le importaba a él era que su cachorro estuviera sano. Después se levantó para seguir al otro omega.

Cuando regresaron al pasillo, le dio una profunda mirada a la celda del final del camino, ahí descansaba Chanyeol, el padre de su hijo y quién le había roto el corazón en mil pedazos. Suspiró y siguió caminando cuando un guardia lo empujó.

Su mirada estaba pegada al suelo y sus manos se dirigieron a su abdomen hinchado, le gustaba los pequeños movimientos que a veces sentía, eso le hacía sonreír. No sabía que iba a pasar en el futuro, pero al menos por ahora quería disfrutar de su bebé e ignorar la existencia del alfa.

Caminaron un poco más hasta llegar al pabellón de cria, luego fue encerrado en la celda junto a su amigo. Ellos estaban durmiendo en ese momento, así que no los molesto y solo fue al nido dónde se acurrucó, ahora no tenía sueño, por lo que se acostó, mirando a los barrotes y acariciando su abdomen abultado.

No podía quitarse los gemidos molestos de aquel omega, ellos resonaban una y otra vez en su cabeza, así que intentaba pensar en su bebé; si sería alfa u omega o niño o niña, estaba tan emocionado como asustado. Sabía que solo un milagro podría sacarlo de ahí y en realidad aseguraba que aquel milagro no iba a ocurrir, al menos no para él.

Cicatrices de libertad || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora