Narrador:
La celebración de la boda de Fang y Edgar ocurrió siete meses después de la noche en la que él le pidió matrimonio.
Fue en una cita en un restaurante. Edgar notó que el lugar estaba adornado de una manera muy romántica, sin embargo, nunca imaginó que esa misma noche le pedirían matrimonio.
Vio a las parejas cenar, vio al personal atender como un día cualquiera y vio a Fang comportarse muy natural.Al terminar la costosa comida que habían pedido, Fang hizo sonar un cubierto en su copa de cristal y luego de eso las luces del restaurante disminuyeron su intensidad y desde lo lejos se empezó a oír el sonido de algunos instrumentos musicales.
Edgar volteó a ver a ambos lados, se dió cuenta que reconocía algunos rostros de las parejas que estaban presentes, y todos estaban viéndolo con una sonrisa.
Sus mejillas se tornaron rojizas cuando notó que había una serenata frente a él.
Para cuando dirigió su vista de nuevo en Fang, este ya lo esperaba con una pequeña cajita roja decorada con lazos y un moño dorados.Así fue su pedida de mano. Edgar no podía estar más feliz. Al fin alguien había llegado a su vida a demostrarle lo especial que era y el gran valor que tenía. Edgar realmente ya era feliz, y Fang al fin podía ser él mismo sin recibir miradas extrañas o comentarios de incomodidad.
Su boda fue en un salón de eventos muy elegante, con un bar, una alberca, un extenso jardín y DJ.
Sus trajes eran muy ostentosos. Fang estalló de emoción al ver llegar a Edgar, asegurando que lucía mejor que él.
Antes de aceptar su compromiso frente a todos, ambos sonrieron sin dejar de verse. Trabajar en la tienda de regalos y en el cinema fue lo mejor que les pudo pasar a ambos.
Las cartas, los primeros besos detrás del mostrador, las idas a comprar palomitas, todos esos momentos los habían llevado al momento más importante de su relación: su boda.La fiesta inició de noche y terminó casi al amanecer... Edgar ya sabía el romántico encuentro que le esperaría al estar solo con Fang.
Quien antes era un chico con inseguridades sobre su físico o personalidad, ahora era un hombre que se amaba a sí mismo y sobretodo, amaba a alguien más.
Lo mismo ocurría con Fang. Él ya imaginaba todas las noches que dormiría abrazando a su pareja, usando diferentes pijamas y pasándola genial.···
Tenían una relación para envidiar. Estaba llena de apoyo mutuo, amor, amistad, respeto y armonía.
Sabían comunicar sus inseguridades, sus dudas y lo que les disgustaba del otro, por ejemplo, como que a Fang ya le empezaba a incomodar que Edgar se la pasara en el casino, en donde dedicaba mucho tiempo a cambio de dinero.
Asimismo, Edgar ya empezaba a sentir celos de los compañeros de Fang (ya que se había animado a terminar sus estudios).Se prometieron que cada que alguien se sintiera disgustado con alguna actitud del otro, solucionarían sus diferencias hablando (respetando los turnos de cada quién para evitar discusiones) y una vez solucionado todo, ambos se dirigirían a comprar un paquete de fresas, palomitas o alguna golosina para compartir mientras se dedicaban unos minutos abrazándose o simplemente acostados.
También, Edgar decidió tener sus estudios completos, por lo que él igual se animó a estudiar. De vez en cuando se sentaba junto a Fang a realizar sus actividades.
Edgar observaba la delicadeza con la que Fang decoraba el margen de su libreta y la tranquilidad con la que escribía con su linda letra de molde, mientras que él apenas y tenía un bolígrafo para escribir.
Intentaba usar los plumones de Fang para copiar sus decoraciones, pero no le salían como él esperaba.No se daban cuenta, pero el tiempo pasaba rápido... Demasiado rápido...
···
Conforme pasaban los años, Edgar y Fang olvidaban ciertas cosas. Su bella relación de novios quedó en el olvido y se convirtió en un matrimonio monótono.
A pesar de vivir juntos, tenían pocos momentos juntos. Solo compensaban su ausencia teniendo relaciones antes de dormir.
ESTÁS LEYENDO
🎫 "Para el chico bueno" 🎁 FangxEdgar 💌
Fanfiction💕 Sinopsis ~ Edgar, el empleado de una tienda de regalos, comenzó a recibir cartas anónimas tan solo unos cuántos días después de que abrieran el negocio en el que trabajaba. Colette, su compañera, sabe quién es el autor de todos esos textos que su...