En Medio De Nuestro Amor

XXIV

¿Cuál será el nombre del bebé Mei?

No lo había pensando, con todo lo que ha pasado ni se me ha cruzado por la cabeza elegir el nombre.

¿Se parecerá a ti o a mí?, ¿será Alfa como tú o una Omega como yo?

Yuzu no dejaba de preguntar, a veces no me permitía dar mi respuesta y ya estaba cuestionandose otra vez, admito que me alegra verla así de feliz.

(...)

— Oye, despierta de tu sueño princesita, vamos no te golpee tan fuerte la cabeza.

Agarra la botella de agua y la vierte sobre la cabeza de la alfa, provocando que reaccione lentamente.

— Ay me pagarás esto, me has metido un golpe en la cabeza, soltadme rápido.

— Obvio no haré eso, crees que echaré a perder todo el trabajo que me ha costado hacer eso.

— Cuando salga de aquí desearas no verte metido conmigo, habla rápido que quieres, sí es dinero dame una cifra que te doy el doble.

— Ay Mei sí tan solo hubiera alguien a quien tú le preucuparas, grita lo que quieras estamos en un lugar donde no hay ni un solo ser vivo, pero quiero que estés tranquila que yo cuidare de yuzu y el bebé.

— cómo sabes tú de eso, espera, Juro que te mataré con mis propias manos Matsuri.

La alfa intentaba pararse pero era inútil, tenía los pies atados igual que las manos,  pero el dolor en la parte de la cabeza donde le habían golpeado estaba volviéndose tedioso.

— Le haré un favor al mundo al desacerme de una tipa  como tú.

Dice Matsuri mientras se acerca a la alfa.

(...)

— Yuzu, estas bien? Parece que estas distraida o más bien preocupada.

— Es por Mei, se me hace raro que su caminata dure mucho ya debería estar aquí conmigo.

— Hermanita deja de preocuparte no es bueno para mi sobrina.

«cuando escuche sobrina, mire a mi hermana queriendo expresar en mi rostro que dijera como supone que es niña sí yo no sé siquiera»

Ay hermana, son cosas de tias no lo entenderías.

Las tres reímos con la ocurrencia dicha por mi hermana menor, volví abrazarla mientras dejaba besos por su carita ya que eso le molesta y me encanta molestarla.

— Sabes una cosa Yuzu, nunca pensé que acabarían juntas ustedes dos, digo Mei cumplió la promesa que te hizo de niñas.

— Espera qué! Cómo qué de niñas, sí... Entonces Mei sí me conoció de verdad porque no recuerdo nada, mamá cuentame.

Considerando que eras pequeña y que tenías una imaginación muy grande, no dudó que pudiste borrar ese recuerdo de Mei y reemplazarlo con algo más pero sí se conocieron.

Por lo que recuerdo cuando Mei te trajo a la casa me dijo algo “Señora algún día vendré por su hija, me da permiso para casarme con ella”

Yo me reí por lo que dijo, pero cuando vi su mirada sería le respondi “Sí prometes hacer a Yuzu feliz, puedes casarte con ella te doy mi permiso”

Luego sin más que decir se despidió y se fue corriendo, así que tú Yuzu empezaste a decirme que jugaron, y que también le habías dicho que sí te daba comida te casarías con ella, estoy sorprendida la verdad ya que no pensé que una promesa de niñas se cumpliría.

— Entonces sí he conocido a Mei, creo que al final no importa la manera en como nos hayamos encontrado el destino quiso reunirnos así sea de una forma no tan linda.

— pues admito hermana mayor, que no fue la mejor desicion escaparse y preocuparnos así, estuvimos tristes mucho tiempo y ahora regresas embarazada hermana.

Las tres reímos, en verdad estaba feliz por estar con mi familia, conversamos sobre muchas cosas hasta que un sonido en la puerta llamó mi atención seguro era Mei, así que fui abrir pero lo que vi me asustó.

Era una agitada harumin como si hubiera estado corriendo.

— Yuzu,  Mei esta contigo?

— No, salió hace un rato y aún no regresa  por qué?

— no, no es nada no te preocupes por el bebé yo la buscare esta bien.

— Harumin espera, qué pasa con Mei, dime.

— Es Matsuri, creo que esta con Mei en algún lugar de por aquí, tengo que encontrarla antes de que haga algo feo.

— yo te acompaño, Mei es mi esposa.