Moon Knight

Lo que sea por ti (KHONSHU)

Leí algo por ahí que me dio una idea para hacer un oneshot con dadd—el dios Khonshu 😳

Prólogo: Khonshu nunca se había preocupado tanto por alguno de sus avatares. Pero tu eres la excepción.

De todos los avatares que tuvo a lo largo de los años, Khonshu jamás se había preocupado tanto por ellos. No le importaba saber cómo estaban, lo único por lo que realmente se preocupaba es que cumplieran con su trabajo de cuidar y proteger a los viajeros de la noche.

Hasta que te eligió a ti como su nueva avatar.

Habías tenido una vida difícil, y tenías un buen potencial para ser una excelente avatar.

Pero había algo en ti que el viejo dios ave podía percibir, pero que no sabía realmente lo qué era. Y aunque jamás lo admitiera, eso le aterraba.

Le aterraba saber que tenías poder sobre él, aunque ni tu misma lo supieras.

Tenías un poder que nunca jamás nadie había poseído en toda su existencia.

Khonshu no entendía porqué de pronto había comenzado a preocuparse tanto por ti. Porqué cada vez que volvías con una mirada triste del trabajo, sentía la necesidad de preguntar qué fue lo que pasó.

No comprendía porqué cada vez que te veía llorar en la soledad de tu departamento, quería estar ahí para ti.

Simplemente no lo entendía.

Hoy era una de esas noches.

Habías vuelto del trabajo, y honestamente, no había sido el mejor día de todos.

Las humillaciones de tu jefe, las burlas de tus compañeros, la lluvia que comenzó de pronto y te dejó empapada en el camino, y ahora debías llegar a seguir con más papeleo aún, te tenía al borde del colapso.

Estabas sobrepasada. Ya no podías más, y los problemas con tu familia tampoco eran de mucha ayuda después de que tu padre te llamara para gritarte mil groserías.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso.

Dejaste todo tu trabajo tirado en la mesita de noche de la sala de estar, y te fuiste a meter a la cama, cubriéndote completamente con las frazadas mientras llorabas.

De pronto, pudiste sentir esa presencia que te venía acechando por los últimos tres años.

–Hoy no, Khonshu. Solo déjame tranquila por una sola vez, ya mañana me pondré al día con los viajeros de la noche y todo eso.–Le dijiste con la voz ronca, sin destaparte para verlo.

–¿Qué es lo que te atormenta hoy, gusana?–Te preguntó tratando de no sonar tan frío y distante como siempre, aunque al parecer no estaba funcionando tanto. A la vez que se arrodillaba junto a tu cama para quedar más o menos a la altura donde suponía que estaba tu rostro cubierto.

Te destapaste y te giraste en su dirección, apoyándote en tu codo para quedar a poca distancia de su rostro.

Era la primera vez que te veía la cara completamente aquella noche.

Tenías el maquillaje esparcido por tus mejillas, los ojos rojos e hinchados por haber llorado, y tú cabello aún estaba algo húmedo y despeinado por la lluvia fuera.

–¿Qué es lo que quieres? ¿Que salga ahora? ¿Con toda ésta lluvia? Lo único que te pido, es UNA sola noche. Necesito solo UNA noche porque estoy harta. De verdad que hoy mi cabeza no da para más.–Le dijiste tratando de sonar firme, pero tú voz comenzó a romperse.

Soltaste un pesado suspiro y te sentaste en la cama, pasando tus manos por tú rostro mientras más lágrimas brotaban de tus ojos.

–Solo quiero saber lo que te pasa, pequeña humana. Háblame.–Te dijo con toda la sinceridad que podía mostrar, haciéndote levantar la cabeza para verlo.–Sé que no parezco alguien afectuoso y comprensible, pero te aseguro que ésta es mi cara de alguien que realmente quiere comprenderte y ayudarte.

Le quedaste viendo con una ceja arqueada, observando como su rostro era exactamente igual al que usaba cuando te gritaba, te enviaba a misiones, y literalmente sin ninguna expresión.

Soltaste una pequeña risita ante lo extraño que era que intentara hacerte sentir bien, para luego soltar un suspiro y jugar con tus manos en tu regazo.

–Solo ha sido un día difícil... entre mi jefe, mi trabajo, mi familia y todo eso... supongo que hoy ya no pude aguantar más...–Le explicaste aún viendo hacia tus manos.

–¿Necesitas que le quite el beneficio de la protección durante los viajes en la noche a alguien?–Te preguntó sin saber realmente qué decir.

Volviste a soltar una risa, más fuerte ésta vez haciendo que Khonshu se sintiera extraño al hacerte reír.

–No... todo está bien. Aunque gracias de todas formas.–Le dijiste con una sonrisa, viéndole a la cara.

Soltaste un pequeño suspiro, pasando tus manos por tú rostro para luego quitar las frazadas de encima tuyo y levantarte de la cama.

–Ahora debo terminar de trabajar. Gracias, Khonshu. De verdad.–Le dijiste con la sonrisa intacta, para luego salir de la habitación y caminar por el pasillo a la sala de estar.

–Lo que sea por ti, mi pequeña humana...–Susurró una vez supo que ya estabas lejos, sin moverse de tu cama.