Esposa mía (KHONSHU)*

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Prólogo: Eras esposa de Khonshu y él te deja. Siglos después, vuelven a reencontrarse y pasan cosas.

pizzaconqueso7w7
nasho-senpai

Letra negrita = Marc.
Letra cursiva = Jake.
Letra subrayada = Steven.

Advertencia: Fingering, oral-sex (mujer resiviendo), semi-public sex (pasa en un callejón durante la noche), lectora dominante, Khonshu siendo dominado, algo de degradación.

Ser la hija mayor de Afrodita y Ares no era una tarea fácil, era un gran título que debías mantener. Y estar casada con el dios egipcio Khonshu no lo hacía nada fácil de sobrellevar. Su obsesión con vengarce de sus ex compañeros dioses lo estaba consumiendo, y de hecho, esa fue la razón por la que te abandonó.

Después de un tiempo, cuando ya los dioses en el Olimpo decidieron dejar de intervenir en las vidas humanas, tomaste la decisión bajar y vivir entre ellos, pero sin interferir. Lo único que querías era intentar tener una vida normal entre ellos.

Sin embargo, eso solo duró un par de siglos. Por esa misma razón, en ese preciso instante te encontrabas luchando contra un tipo con extraño disfraz que cambiaba cada cierto tiempo.

Después de abandonarte, pasaron un par de siglos hasta que Khonshu se dio cuenta del error que cometió. Decidió buscarte pero se estaba haciendo difícil, y cuando por fin lo hizo, envió a sus avatares para encontrarte. Y no sabe cómo es que todo resultó en una pelea entre ellos y tú.

Sabía que eras poderosa, al fin y al cabo, seguías siendo una diosa inmortal. Por eso mismo tomó el control del cuerpo para hablar contigo.

–¡YA BASTA!–Gritó alejándose de ti y haciendo desaparecer la máscara del traje de Marc.–¡¿POR QUÉ ESTOS GUSANOS NO SABEN HACER NADA BIEN?!

–¿Khonshu?–Preguntaste confundida, haciendo desaparecer tus armas, quedándote parada a unos pocos metros de él.

–Así es. Llevo siglos buscándote, esposa mía. Y cuando por fin lo hice, mis estúpidos e inservibles avatares decidieron hacer cualquier cosa en lugar de hacérmelo saber.–Mientras hablaba, se iba acercando a ti para tomar tus manos en las suyas.

Una vez estuvo a frente a ti, le diste un golpe que le hizo volar literalmente y estrellarse contra una pared detrás de él, cayendo al suelo arriba de unas bolsas de basura que habían en aquel callejón.

–¡DESAPARECISTE Y ME DEJASTE SIN SABER NADA DE TI MALDITO PÁJARO REPUGNANTE!–Te acercaste nuevamente a él y le tomaste del cuello del traje para levantarlo y pegarlo contra la pared.

–Ya estoy aquí. ¿Vas a dejar de quejarte y besar a tu esposo o seguirás haciendo un berrinche?

Le diste una rápida mirada a sus labios, para luego soltarlo y dejarlo caer al suelo.

Comenzaste a caminar lejos de él fuera del callejón.–Eres patético, Khonshu. No puedo creer que alguna vez te amé.–

Khonshu se levantó y te tomó del brazo, haciendo que te dieras la vuelta y estrelló sus labios—o más bien los del cuerpo de los chicos, y te besó con pasión. Realmente en ese momento no le importaba que no fuera su cuerpo, no cuando sabía que te tenía justo donde quería.

–No actúes como sí ya no te importara, esposa mía. Sabes que tu corazón y cuerpo aún me pertenecen a mí.–Te tomó de la mandíbula con su mano, y te apretó con fuerza, haciéndote soltar un involuntario gemido.

Moon KnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora