14. kidnapping

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—CAPÍTULO CATORCE —
kidnapping

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LOS OJOS DE WILL COMENZARON A ABRIRSE DE a poco, frunció el ceño ante la oscuridad que lo rodea, no le costó demasiado acostumbrarse al ambiente. Jadeó apretando los labios al sentir las horribles punzadas en la cabeza junto al dolor de cuerpo, la oscuridad tan abrasadora y fría le trajo recuerdos que se había esforzado por borrar, el sentimiento de desesperación alteró los latidos de su corazón, el miedo de no saber dónde se encuentra le cerró la garganta hasta impedirle respirar con regularidad.
Sacudió las manos con fuerza solo para ser acorralado por las cuerdas que lo mantienen atado a la silla de hierro, soltó un suspiro tembloroso tratando de mantener la calma, pero en un asunto así, es imposible para alguien común.
Gritó sin controlarse, pidió ayuda y ver si había alguien alrededor, pero no importa cuántas veces se desgarrada las cuerdas vocales pidiendo ayuda, nadie vino a rescatarlo.

—¡Por favor! —la oscuridad no le impidió sentir el ardor de las lágrimas sobre los ojos.

Contuvo la respiración cuando la bolsa fue sacada de su cabeza.

—Hola, pequeño Will —se burló el muchacho frente a él, lo reconoció casi de inmediato con esa sonrisa cínica y maliciosa, tragó saliva tratando de mostrarse firme, aunque parecía casi imposible—. ¿Cómo estás?- Luke se agachó frente a él, mirándolo fijamente a los ojos.

-Déjame ir.- murmuró con el corazón en la boca, nunca lo habían secuestrado.

Luke frunció el ceño.

-¿No te sientes cómodo aquí, Willy?- Luke ladeó la cabeza, fingiendo tristeza. -Bueno, más vale que lo estés porque estarás un tiempo aqui.

-¿Qué quieres?- Will rodó los ojos, suspirando cansado.

-Información.- respondió con incredulidad. -Quiero saber todas las mierdas nuevas que puede hacer nuestra querida Laura.

-No lo sé.- Will negó, sin saber realmente todo lo que ella podía hacer.

La sonrisa de Luke se desvaneció. Se levantó lentamente, disfrutando al ver al pobre chico encogerse ante su intimidante pose.
Luke tomó el mentón de Will, alzando su rostro.

-No quiero lastimarte, Byers.- Luke sonrió de lado, burlón. -Pero si no me contestas, no podré detener a mis amigos para golpearte, y créeme que tienen ganas de desquitarse con algo.

-¡Te estoy diciendo la verdad! Además, Laura no es tuya.- escupió negado a decir una sola palabra. En parte porque no entendía los poderes de su amiga y porque no iba a decir una sola palabra que pudiera perjudicarla.

Luk3 apretó el agarre de su mandíbula, ladeando la cabeza al escuchar el quejido doloroso del niño.

-Tú ganas.- se encogió de hombros, soltando el agarre. Lentamente se dirigió hacia la pared, apoyándose con los brazos cruzados.

Sólo bastó un movimiento.

Los pulmones de Will se cerraron al sentir el repentino golpe en el estómago que le quitó el aliento. El soldado sonrió, lanzando su puño hacia su rostro. Los golpes comenzaron a repartirse por cada parte de su cuerpo. A pesar de rogar que por favor parara, el hombre seguía incluso al ver la sangre caer por su boca.

-Basta.- sollozó Will en un hilo de voz, sin aliento a causa de los golpes. Cada uno de sus músculos dolía, su mandíbula ardía y la sangre caía tanto de su boca como de la nariz.

-¿Hablarás?- Luke lo miró con una ceja levanta.

Su silencio fue suficiente.

-Continúen.

𝙄𝙉𝙀𝙁𝘼𝘽𝙇𝙀 | Will ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora