𝙄𝙉𝙀𝙁𝘼𝘽𝙇𝙀 | Will Byers

23. here we go again

-¿De verdad se tienen que ir?- Will miró con tristeza a su amigo, soltando un suspiro pesado.

-No quiero irme.- Dustin bajó la mirada.

-Tenemos que hacerlo, Dust.- Steve palmeó su hombro con compasión. -Si estamos otro día más, tu mamá me cortará la cabeza.

-Cuídate mucho.- Robin envolvió sus brazos alrededor de su prima, dejando un pequeño beso en su cabeza.

-Lo haré.- asintió ella, apoyándose en su hombro.

-Te extrañaré.- Eleven se abrazó a la cintura de Steve, apoyando la cabeza en su pecho. El mayor sonrió tiernamente, devolviéndole el abrazo.

-Yo también, mocosa.

-Ven aquí, hombre.- Dustin abrió sus brazos, agarrando con fuerza al adolescente que se había abalanzado hacia sus brazos. Dustin lo abrazó con fuerza, teniendo cuidado con las lastimaduras que tenía en todo su cuerpo.

-Te extrañaré, Bardo.- Will cerró los ojos, disfrutando la presencia de su amigo una última vez en mucho tiempo.

-Yo también, Clérigo.- el ruloso acarició su espalda con delicadeza.

El abrazo duró unos segundos más, hasta que el llamado de Steve interrumpió el momento, avisando que tenían que irse.
Dustin dirigió su mirada hacia Eleven. Inmediatamente la abrazó, deseándole lo mejor y pidiéndole que vayan a visitarlo en un tiempo.

-Guerrera.- Dustin sonrió abiertamente, dándole un rápido abrazo. Laura lo miró sorprendido, Will seguramente le habrá contado las varias veces que habían jugado. -Mike enloquecerá al saber que hay una chica que juega D&D.

-Estoy segura de que lo hará.- Laura le devolvió la sonrisa, separándose de su abrazo. -Vete antes de que llore y los amarre a un árbol para que no se vayan.

-Creo que me gusta más esa idea.- Robin bromeó, sonriendo de lado.

-Adiós, demonio con patas.- Steve la saludó desde lejos.

-Adiós, peluquín artificial.

-Tu abuela usa un peluquín artificial.

Una vez que las despedidas terminaron, Laura notó que Will se había quedado mirando el camino por el que había salido el auto. Apoyó unos segundos la mano en su hombro antes de irse, haciéndole saber que estaba para él. Decidió darle un tiempo solo, seguramente lo necesitaba.

-No te vayas.

Frenó en seco, sorprendiéndose ante las repentinas palabras del castaño.
Volteó lentamente, caminando hasta quedar a su lado. Sus manos rozaron levemente, enviando escalofríos a lo largo de su columna tanto a ella como a él.
Aquél mismo escalofrío que Will sentía cuando Mike lo abrazaba.

Will, tímidamente, tomó su mano con delicadeza, entrelazando sus dedos.

-Gracias por estar conmigo a pesar de todo lo que pasó.- susurró Laura, apretando su mano con fuerza.

-Daría la vida por ti, Laura. Así como lo hiciste tú cuando entraste a esa base para rescatarme.

-Y yo sacrificaría el mundo por ti, Will.

-Pero morirían todos.- Will arrugó el rostro en una mueca confundida.

-No me importa. Si tengo que elegir salvar al mundo o salvarte a ti, te elijo sin pensarlo. Me importa una mierda las personas que mueran, tú eres más importante para mí.

El corazón de Will se aceleró, sintiendo una calidez interna rodearlo. Sonrió, reprimiendo las pequeñas lágrimas que se formaban en sus ojos.

-Yo también sacrificaría el mundo por ti, Laura.