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— CAPÍTULO SIETE —
oh, shit

~★~

EL NÚMERO DE PATRULLEROS AUMENTARON detrás de ellos, Laura sabía que si forzaba demasiado sus poderes terminaría desmayándose, eso no es lo que necesitaban en este momento, por lo que tendría que recurrir a otra cosa.

—¡¿Alguien tiene algún plan?! —el grito de Jane sobre su oído casi la deja sorda.

—¡Que Laura haga el bibidi babidibu y los mande a la mierda! —al pobre Steve no le daba la fuerza en el pie para hundir el pedal contra el suelo del auto.

—¡No puedo, son demasiados!

Mantuvo el escudo protector alrededor del vehículo y dejó de disparar orbes hacia los rivales, no podría continuar así, no daría resultados. En vez de eso, levantó la camiseta y dejó a simple vista el arma enfundada en el pantalón, de inmediato la tomó observando la carga para verificar que estuviera completa, cerrando el cargador segundo después.

—¡CARAJO! —Dustin la asustó—. ¿¡DE DÓNDE MIERDA SALIÓ ESO?

—AGÁCHATE —fue su única respuesta.

Bajó la ventana del auto y se impulsó para sacar medio cuerpo fuera, sentándose en el borde donde antes estaba el vidrio. Agarró con firmeza el arma y apuntó directo a los neumáticos de las diferentes camionetas, disparando son vacilar.
La única razón por la cual está usando sus poderes es porque no hay nadie a los alrededores que pueda observarlos, se encargó de apagar las cámaras colgadas en las calles y se aseguró de alejar a todo aquél con control mental.
De forma que, escuchar los disparos de ambas partes podría ser tomado como un tiroteo, eso debería ser suficiente para que nadie se asome a mirar si no quiere recibir un disparo.

Las camionetas fueron deteniéndose una a una.

—Lau, no quiero alarmarte, pero vienen camiones por el frente —advirtió su prima, Laura escuchó su voz quebrarse.

—Hoy es un buen día para tirarme de un puente —susurró entre dientes dándole el arma a Dustin, el pobre empezó a chillar con horror al no saber manejarla y Will se la sacó de las manos con rapidez, colocándole el seguro—. Steve, cuando te diga, frena.

Y así fue como mandó a la mierda el plan meticuloso de no ser descubierta.

—¡¿QUÉ?! —Steve estuvo a punto de desmayarse—. ¡¿ESTÁS JODIDAMENTE LOCA?!

—Sí. Ahora cierra la boca y hazme caso.

Aún manteniendo el escudo, Laura se impulsó lanzando esferas de nergia contra el suelo del auto, tomando envión para llegar al techo. Su magia se aferró al vehículo por instinto.
Laura respiró profundo sabiendo que no tendrían demasiado tiempo, dejó que el sentimiento de frialdad y oscuridad la envolviera, convirtiendo el azul cian en un negro intenso.

—AHORA, STEVE —el ruido de los neumáticos raspando contra el suelo la aturdió—. ¡SALGAN DEL MALDITO AUTO!

Laura extendió sus brazos con el yorrible susurro cruel de las sombras taladrando cada parte de su mente, y tan pronto como el grupo estuvo lejos del vehiculo, las sombras salieron disparadas de sus brazos para dirigirse hafia los militares.
El ambiente se convirtió en uno helado, los chillidos de las sombras se mezclan con los gritos agónico de los militares, la bruma negra se extendió por todos lados, embistió los vehículos militares con tan hostilidad que la explosión aturdió a los adolescentes.
Laura contuvo la respiración cerrando los ojos con fuerza, usar las sombras también implica llevarse una parte vital de su energía, se siente como si tomaran absolutamente todo lo que quisieran de ella.
Sus músculos comenzaron a quemar por el esfuerzo, controlar un poder tan rebelde y peligroso como este no es fácil, menos a una edad tan corta.

𝙄𝙉𝙀𝙁𝘼𝘽𝙇𝙀 | Will ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora