❝𝐘𝐎𝐔❞ | the black phone

nine

Finney se dirigiría hacía el colchón mientras Rose terminaba de arreglar la alfombra sobre el hueco que estaban cavando, ya se estaba haciendo bastante profundo pero aquello les gastaba las energías a ambos.

Finney se tiro exhausto en el colchón y Rose no tardo mucho para hacer lo mismo, hasta que el sonido de la puerta abriéndose los asustó, obligandolos a hacerse los dormidos.

— Ya se que no están dormidos —canto el Raptor acercándose un poco a ellos.

Los chicos se vieron obligados a dejar de fingir y sentarse en el colchón.

— Morimos de hambre —hablo el chico con un tono de voz fuerte dando a entender que estaba enojado.

— ¿Cuáles son sus nombres? —pregunto el Raptor ignorando la queja del rubio.

— Que te importa —respondió Rose

El hombre se encogió de hombros—  Casi siempre me da igual, me terminó enterando por los periódicos, siempre publican una foto muy bonita de ustedes con todos los datos que necesito —explico

— ¿Que es diferente está vez? —cuestiono el rubio.

— Todos es diferente está vez —suspiro— Nunca debí capturarte, pequeña pelirroja —confeso mirando directamente a la chica, está se tenso

— Solo déjanos ir y ya —

— Lo estoy considerando —

Ante aquella confesión, ambos chicos se miraron confundidos y un poco felices a la vez.

— Prometo que no diremos nada, puedes taparnos los ojos y dejarnos donde sea, nosotros podemos ir solos a casa —pidió Finney

— Primero díganme sus nombres —condiciono el mayor con un tono de voz más suave.

— Emm-

— Taylor y Sophia —el chico interrumpió a la pelirroja— Taylor Mollen y Sophia Hopper —

Al oír aquello, el Raptor tiro el plato de comida al suelo haciendo que ambos dieran un pequeño salto por el susto.

— Me estaban empezando a caer bien —suspiro el Raptor mientras le lanzaba un rollo de periódico a los chicos.

En este, el titular era "Ahora, son dos los niños que desaparecieron" con una foto de Finney y Rose y algunos otro datos de ambos chicos.

—Casi los dejaba ir, Finney y Rosemund —hablo fuerte antes de irse de la habitación.

Los dos se quedaron viendo la puerta, viendo que otra vez, la había dejado abierta.

Un sollozó de Finney hizo que Rose lo mirará.

— Lo lamento, fue culpa —empezo a disculparse el chico— lo dije sin pensar, lo siento —

— Oye, está bien —Rose se acercó para abrazar al chico— No te preocupes, está bien —empezo a consolarlo.

Está vez, era el chico quien se encontraba llorando, escuchar el llanto de Finney hacía que el corazón de Rose se encogiera, era su amigo y no le gustaba verlo de tal manera.

— Finn, está todo bien, lo digo en serio —repitió la pelirroja.

Finney se sentía culpable, por su culpa habían perdido la oportunidad de salir de ahí y le daba vergüenza mirar a Rose a los ojos.

— No te preocupes, rizitos de oro —bromeo la chica

— ¿Rizitos de oro? —pregunto el chico dejando escapar un pequeña risa.