twelve

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No faltaba mucho para que el Sol saliera y Finney se encontraba dormido mientras que Rose se encontraba despierta desde anoche, no había podido pegar el ojo tratando de pensar en un plan para salir de allí, no les quedaba mucho tiempo y ella lo sabía.

Pero ese no era el único tema que le preocupaba, Robin si le preocupaba y mucho. Las posibilidades de que llamará al igual que los demás chicos lo hicieron eran bastantes, pero Rose se negaba a qué fuera así, no podía hacer la idea de que Robin estuviera... muerto.

Decidida, se levantó del colchón y se dirigió al pasillo, se quedó mirando la alfombra que tapaba el hoyo que ella y Finn habían cavado tratando de pulir su idea, ¿Funcionaría? Espera, ¿En qué mierda está pensando?

— ¿Qué sucede? —la voz ronca recién despierta de Finney se hizo presente

— Tengo una idea —contesto la pelirroja

— Te escucho —

Finney talló sus ojos tratando de que su pereza se fuera y le dió unas cuantas palmadas al colchón indicándole a Rose que se sentará para que empezará a explicarle su plan.

...

— ¿Crees que funcione? —pregunto el rubio mirando el suelo

— No lo se, si vamos a morir me gustaría que fuera intentando escapar, no mientras estamos sentados aquí como idiotas —respondió está mientras mordía su labio

— Pero...Robin —recordo el chico dirigiendo su vista hacia el teléfono al igual que Rose.

— Finn, ¿No crees que ya se a tardado mucho? —pregunto la chica— Hay algo en mi que me dice que Robin está vivo, tal vez esta bastante lastimado, pero se que sigue vivo —dijo ganándose la mirada de Finney quien la miraba atentamente, Rose tomo al chico de las manos— si esto funciona, podemos salvarlo, podemos salvarnos nosotros. He iremos a ver La masacre de Texas juntos —dijo la chica haciendo que el rubio sonriera con nostalgia

Finney asintió lentamente— Hagámoslo entonces —sonrió

Rose se levantó y se acercó al teléfono, lo tomo y Finney le entrego la nave de juguete, con la punta logro cortar el cable de este.
Mientras Finney clavaba los tornillos de la rejilla del refrigerador de la bodega en el suelo alrededor del hueco, Rose trataba de llenar el teléfono con la tierra que habían sacado de la pared, esto serviría para hacer el teléfono más pesado y mejor arma.

Entre los tornillos colocaron el cable el cuál Billy les había indicado que había escondido en la pared, quitaron la alfombra y colocaron la reja de la ventana en el fondo, así, cuando el Raptor cayera adentro, le costaría más salir y con suerte se rompería las piernas. Colocaron de nuevo la alfombra y se dirigieron a la otra habitación, Rose le entrego el teléfono a Finney y Finney le entrego su nave, no era mucho pero le serviría para defenderse si es que algo salía mal.

— Rose —llamo el rubio a la chica

— ¿Sí? —

— ¿Te acuerdas cuando te dije que no me gustaba Donna? —la chica asiento— Pues es cierto, no me gusta ella, pero si me gusta alguien —confeso mientras sus mejillas se tornaban rojas

— Oh... —menciono algo triste la chica— Entonces, ¿Quién te gusta? —

Finney dudo un poco antes de responder, pero estaba decidido a confesarle a la chica que era ella quien le gustaba, Rose siempre le había gustado y estar ahí encerrados lo había hecho darse cuenta que era más que cierto, era casi irreal que después de tanto tiempo con aquel sentimiento guardado lo iba a decir ahora.

❝𝐘𝐎𝐔❞ | the black phoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora