. ݁₊ ━━ 𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡: A pesar de ser un código creado por el ser humano, Mewtwo está enamorado de su entrenadora ____, la cual en realidad es una adolescente normal jugando el videojuego en el que está atrapado.
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Nunca podría dejar de pensar en aquella chica de la que se enamoró perdidamente, ____. Aunque estuviera programado para ser un ser despiadado sin interés en nada ni nadie, con el tiempo llegó a encariñarse con ella.
Tal vez demasiado.
Lo malo de la situación es que apareció al final de juego, básicamente él era el jefe final. Sí, llegaron a pasar un tiempo juntos a pesar de que el juego terminó, pero un día... la chica no volvió a iniciar la partida.
Estaba triste y molesto, pero era entendible, ¿por qué jugaría un juego que ya terminó? Aunque no iniciara partida, él podía vagar libremente por ahí, eso hasta que ella volviera, lo cual veía imposible.
Fue así hasta un año después.
Inesperadamente, volvió a aparecer en la habitación del avatar femenino que ____ eligió, el cual era Elaine. Eso solo significaba una cosa. Buscó con la mirada a la susodicha "Elaine", con el corazón acelerado y la pueril esperanza de que su chica estuviera ahí. La encontró en el otro extremo de la habitación.
Como el juego se lo ordenaba, se acercó hasta quedar a centímetros de ella, mirándola desde arriba. Estaba que saltaba de la alegría, pero mantuvo la compostura, aparentando estar imperturbable ante la nueva presencia.
—Hola de nuevo, Mewtwo. — escuchó la suave voz de la joven saludarlo, provocando que su rostro se ruborizara.
Él no podía hablar, pero si pudiera, hubiera respondido con un «hola, ¿cómo has estado?» titubeante y nervioso.
—Tal vez no puedas entenderme, pero volví por ti, solo por ti. — volvió a escuchar su voz, muy aniñada para su gusto. — Y por Pikachu, claro, pero más por ti.
«¿En serio? Dios, ojalá pudiera abrazarte.»
Con el tiempo descubrió que ella estaba ligeramente obsesionada con él, pero no le importaba, al menos eso garantizaba que le gustaba. Aún al ser un personaje ficticio que no existía y no podían ser más que compañeros.
—Perdón por no volver, han pasado demasiadas cosas en mi vida y no había tenido tiempo, pero prometo que de ahora en adelante vendré más seguido. — hizo una alargada pausa, en la que se rió un poco. — Dios, qué estúpido soy al hablar con un aparato, pero si puedes escucharme, es la verdad.
«Me alegra escuchar eso.»
Tuvieron un día muy variado, primero dieron un rápido paseo desde Pueblo Paleta hasta la Liga Pokémon, y de vuelta. Luego (tuvo que guardarlo en su Pokéball por un momento) viajaron a Isla Canela, probablemente para llevarlo a la Mansión Pokémon y revivir su pasado, no se equivocó.
Probablemente lo tomó como excusa para pasar más tiempo con él, pero en ningún momento ella dijo algo. Luego volvieron a Pueblo Paleta, marcando el final del día.
—Me gustaría quedarme más, pero tengo que ir a estudiar.
«Por favor no...».
—Créeme que cuando te prometo que volveré, es que de verdad volveré. Aunque pasen tres putos años, volveré por ti. — hizo una pausa. — Solo por ti.
Si pudiera, habría roto en llanto como un niño pequeño al instante.
—Te amo. — finalmente lo soltó, dejando salir unas lágrimas que limpió al instante. Se sentía tan patética al hablarle a un aparato, y peor, llorarle, sin saber si éste le entendería. — Volveré.
____ guardó la partida y extrajo cartucho de la consola, guardándolo en su respectiva caja, sintiendo un vacío en el pecho.
Ahora todo volvía a ser gris nuevamente para Mewtwo, pero no de la misma manera que antes. Se oía sincera, y era como ella dijo. Si decía que volvería, es que volvería, a pesar de todo. Confiaba en ella.
