─────────── ꔫ ────────── ٠࣪⭑ james (pokémon) x lectora. género: triste/+18. now that we don't talk — taylor swift. ⟡ ─────────── ꔫ ──────────
. ݁₊ ━━ 𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡: Si ya no hablaban, ¿por qué seguía doliendo tanto?
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Ambos nunca fueron cercanos o algo parecido. De hecho, él le parecía tan tonto que lo evitaba para que no se le pegara su falta de inteligencia. Siempre lo observó de lejos, sin hablarle. No lo conocía en lo absoluto, pero su primera impresión fue que era un estúpido.
James fue un estúpido desde el principio.
Ser parte del grupo de "tontos": Ash, Misty y Brock, fue algo que siempre le había gustado. Eran muy bondadosos, tanto con la gente como con los Pokémon. Siempre la apoyaban en todo, y ella los apoyaba de igual manera cuando lo necesitaban. Ser mucho mayor que ellos la hacía de alguna manera su madre, por lo que (según ____) siempre que sucedía algo la culpa recaía sobre sus hombros, a pesar de que ellos siempre insistían en que no era así.
Por eso odió al Team Rocket desde el principio, porque además de que eran ladrones descarados, se burlaban de ellos como bullys de secundaria. Sobretodo James, que no parecía poder dejar de aprovecharse de ella por su baja estatura a pesar estar en sus veintes.
Hasta que terminaron atrapados en una trampa, solos, los dos juntos, en un agujero que habían cavado los ladrones para acorralar a los torpes, para que les dieran sus Pokémon. Él por revisar que estuviera bien camuflada, y ella por estar distraída caminando al estar buscando comida para sus amigos.
—Maldita sea, ¿por qué entre todos tenías que ser tú?
—Yo también me alegro de verte... — murmuró, molesto.
Pasaron casi cuatro horas ahí atrapados, cuando cayeron en el agujero eran las seis de la tarde —empezaba a atardecer.—, así que ahora todo estaba completamente oscuro. No creía que sus amigos fuesen a llegar pronto. Al menos, la luna y las estrellas los iluminaban un poco, tenían suerte de que el cielo estuviera despejado. El espacio era muy reducido, y por lo tanto, se rozaban mucho. Mucho. Lo peor era no saber qué estaba rozando exactamente.
Debía de admitir que se sentía ansiosa, que tanta cercanía la hacía querer más a pesar de no sentirse atraída de forma romántica al chico. ¿O sí? Su lealtad hacia sus amigos la forzaba a no sentirse así. Eran prácticamente enemigos.
—James... ¿me odias?
James no se esperó aquella pregunta. Es algo que era dado por hecho, un odio tácito, ¿pero realmente era así? Eran solo conjeturas, hasta ahora. Realmente nunca se lo había planteado a fondo.
