15. Trabajo de parto.

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Hi~ Hoy les llego bien tempranito porque quiero morir pronto y todavía tengo muchas cosas que hacer así que no me tengo fe regresando más tarde. Como les he venido diciendo desde hace rato estos capítulos se vienen con harta intrusión, ambivalencia, duelos internos y el sexo se vuelve un tema bastante importante luego del nacimiento y lo toco de una manera bruta, es decir, no tan Disney como deseariamos. Sino se sienten capaces de leer estos temas o no son de su comodidad ahorrenle el rato a la pobre autora que se está arrastrando para terminar el evento y quiere confort y nanais. Están advertidos, ya saben, ufff, bueno. Espero que el capítulo de hoy sea del agrado de quienes se queden.

¡Espero que les guste!

Eiji no cree en la ley de atracción del universo ni en el karma, no, él cree en los dioses que aparecen en un pueblo con nombre de Gremlin (Gizmo como diría Ash, no I-zu-mo), Eiji cree en distintas clases de dioses, en ocho millones para ser exact...

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Eiji no cree en la ley de atracción del universo ni en el karma, no, él cree en los dioses que aparecen en un pueblo con nombre de Gremlin (Gizmo como diría Ash, no I-zu-mo), Eiji cree en distintas clases de dioses, en ocho millones para ser exacto, hay uno que te hace pobre e incluso existe uno asociado al baño y aun así, no se considera religioso a sí mismo y jura haber perdido esta capacidad para creer en algo superior y divino luego de escuchar cómo Ash rezaba noche tras noche implorándole al Dios que todo lo ve pero nada hace, para que lo salvara. Pero nadie salvó a Aslan del monstruo disfrazado de entrenador de béisbol ni del pedófilo disfrazado de amante ni de bruto vestido de padre. Dios no salvó a Aslan, ni evitó que se rompiera, ni evitó que aprendiera a gritar antes de llorar aun de infante.

Sí, Eiji no se considera religioso a sí mismo y de hecho, las únicas veces que ha rezado no ha sido por sí mismo, ni por su padre enfermo, ni por su madre sola o su hermanita desamparada. Sino por Ash.

Aslan.

Siempre es Aslan, ¿no es así?

—Por favor, Dios, mantenlo a salvo.

Por favor.

Sí, recuerda especialmente esa noche donde acabó con fiebre por una herida de bala, Shorter estaba muerto, la mansión de Dino se había hecho cenizas, Ash había recibido más heridas de las que podía curar. Pero a pesar de todo Aslan estaba bien, a salvo y si Aslan estaba a salvo entonces Eiji era capaz de sacar fuerza dónde no tenía para mantenerlo así, a salvo, vivo, seguro...menos solitario. Y sí, sabía que era presuntuoso querer quedarse a su lado y que «para siempre» era una palabra grande, sabía que cuando él la decía los ojos suaves de Ash lo miraban como si hablara de una fantasía o algo casi imposible de conseguir, Eiji sabía que era completamente estúpido e irracional pretender que podría llevárselo a Japón e iniciarían de nuevo, libres, completamente libres.

Y aun así...

«Para siempre».

Le prometió un para siempre y mi-alma-siempre-estará-contigo, en retrospectiva, fue ingenuo, pero así como Aslan se disparó en la cabeza para garantizarle seguridad, Eiji lo protegería hasta el infierno y de regreso si eso significaba darle una maldita oportunidad a Ash, no tenía que ir a Japón, tampoco quedarse a su lado sino quería, podía irse con Blanca al Caribe, podía regresar a Cape Cod o quedarse en Nueva York o partir siendo una enfermera en un hospital si quería o incluso convertirse en algún chico con un nombre como "Christopher Winston" que amara vestir suéteres mullidos y los anteojos de montura gruesa. Ash no le debía nada a Eiji y Eiji tampoco quería exigirle algo a cambio, le bastaba con que estuviera bien, que estuviera vivo. Ash no tenía que ser suyo y aun así, Eiji rezaba por Aslan.

All too well [Agosto de MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora