9. Habitación del bebé.

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Hi~ Okey, hasta este punto asumo que todos leyeron las advertencias en gigante que están al inicio del fic, que le tomamos seriedad al canon y tratamos los temas con la seriedad que merecen por ende, porque la salud mental no es un chiste. Partiendo de esta premisa aún así, dejo la advertencia de que considerando que Ash tiene PTSD este capítulo cuenta con una reexperimentación de abuso sexual y si bien, no es nada explicito per ce, por favor leer con precaución porque pueden ser temas reactivantes que merecen ser tratados con la seriedad, información y empatía correspondiente. Fuera de eso, mil gracias a quienes se toman el tiempo para leer.

¡Espero que les guste!

Hay manos encima de Ash

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Hay manos encima de Ash.

Dientes presionándole el cuello, apesta a alcohol y se siente asqueroso, es lo más desagradable que ha sentido en su vida, Dios sabe que ha pasado por cosas asquerosas desde su niñez (por demasiadas lamentablemente), pero esto lo sobrepasa. Hay algo asqueroso en este hombre. Algo que lo rompe.

Hay un tirón de cabello.

Su cara enterrada en la almohada.

Una rodilla presionándole la espalda sin que pueda defenderse, su cuerpo le falla, su mente cae bajo un espiral catastrófico de aletargamiento donde apenas consigue mantenerse consciente. Pero ojalá no estuviera consciente durante esto, al menos así no le... al menos si despertara podría fingir que...

Hay un susurro ronco y húmedo contra su oreja. Dos palabras. «Buen chico».

Hay sabor a droga impregnado a su paladar, él conoce a la perfección el dejillo tan característico de las drogas que usan con las prostitutas, debería tener cierto grado de tolerancia en consideración al historial que presenta, pero tal vez, el efecto abofetea así de fuerte gracias a la abstinencia sostenida o quizás esté usando una mierda más fuerte. No sabe. No tiene idea de nada.

Grita.

Pero eso hace que tire más fuerte, disfruta lastimándolo.

Entonces le separa los muslos con su cara todavía enterrada en la almohada y Aslan recibe un dolor agudo, punzante y muy familiar. Entonces llora. Llora como un bebé, se aferra a su anillo, frunce los labios, no quiere besarlo, no quiere besar a nadie que no sea Eiji, sin embargo este hombre lo aprecia igual que un objeto y no le importa lo que Aslan quiera o no, así que lo besa de todas formas a pesar de su llanto que de todas maneras impresiona excitarlo, así que ¡¿cuál es el punto?!

Eiji.

Mi Eiji.

Mi dulce Eiji.

«Eiji» es lo único que piensa.

Perdón.

Yo no quería.

Pero tiene que tragárselo y sobrevivir, no importa que rompan su cuerpo, no importa que arremetan una y otra vez en su interior empujándolo hacia abajo. Solo entiende que debe salir vivo de esto, las piernas le tiemblan y llora adolorido. Haz que pare por favor. Griffin. Griff, ¡Griff! ayúdame, sálvame, por favor, ¿dónde estás? Te necesito, tengo miedo.

All too well [Agosto de MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora