DÍA :: O1

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[]AU Original[]

[Cambio de edades.]
[Día 1: beso apasionado.]

Su última misión había sido tan agotadora, que siquiera tenía ánimos para caminar hasta su finca

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Su última misión había sido tan agotadora, que siquiera tenía ánimos para caminar hasta su finca.
Tenía que hacerlo, Shinobu le propuso quedarse a dormir en la finca mariposa, pero lo había prometido a Genya que le llevaría su regalo de cumpleaños esa misma noche para compensar su ausencia durante su día especial.
El mayor lo esperaría en su finca y seguramente le prepararía la cena para que coma y se vaya a dormir, como la gran mayoría de veces.

Arrastraba sus pies, estaba muy cansado, ese pequeño regalo que le llevaba al mayor le pesaba mucho. No supo cómo ni cuándo, pero se quedó dormido casi llegando a su finca.

Al patrón le preocupaba eso, Kocho ya lo había revisado y no había nada malo en él, solo se dormía cuando se sentía cansado, esté cocinando, caminando, peleando o haciendo cualquier cosa. Era como su "don", dormir donde sea, en cualquier circunstancia.

Uzui siempre le reprochaba cuando una vez se quedó dormido en plena reunión sobre él y lo babeó todo. Tengen juraba que, si mirabas atentamente su uniforme, aún verías la enorme marca de baba de Tokito.
Claro está que él no recordaba ese incidente, pero no se sentía para nada arrepentido de eso.

Abrió los ojos y se encontró con el rostro preocupado de su novio.

Genya lo vio desde la entrada y lo metió en la finca. Le dio un beso en la frente alver que estaba despierto.

— ¿Te sientes bien? —acarició su rostro y movió algunos cabellos que lo tapaban.

— ¿Dónde es ahora qué? —aún estaba dormido.

Shinazugawa soltó una leve risa por sus incoherentes palabras. Muichiro se sentó en su cama y se tocó la nariz, le dolía bastante.

— Te caíste de cara, bello durmiente. —ahí estaba su respuesta.

Suspiró.

— ¿Abriste tu regalo? —le sonrió al mayor con calidez.— Felices dieciocho, amor.

Al cicatrizado se le derretía el corazón de la ternura. Asintió con la cabeza y se asomó a los labios del menor para depositar un corto y sutil beso.

— Me encantó.

Muichiro sabía de la fascinación de Genya por las sandías y las plantas, así que le había regalado una enorme sandía y un pequeño bonsai.
Era un regalo insignificante ante sus ojos, pero ante los de Genya, era el regalo perfecto.

El mayor se arrojó sobre el pilar, sacándole un leve quejido por su gran peso y tamaño, teniendo dieciséis años, seguía siendo muy pequeño de estatura y su delgado físico no ayudaba mucho.
— Eres pequeñito.

OTP 30 Días (+18) ;; GenMuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora