DÍA :: 17

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[Día 17: Aguas Termales]

La bruma del agua caliente envolvía el pequeño refugio natural como un manto, aislándolos del mundo

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La bruma del agua caliente envolvía el pequeño refugio natural como un manto, aislándolos del mundo. Era una noche tranquila, apenas perturbada por el canto lejano de las cigarras y el suave gorgoteo del manantial. Muichiro, con su cabello azabache desatado y húmedo, se sumergió hasta los hombros, dejando escapar un suspiro. Las tensiones de los entrenamientos y las misiones parecían disiparse en el calor relajante.

Desde el otro extremo del onsen, Genya Shinazugawa lo observaba en silencio. A pesar de su habitual actitud hosca, había algo en la tranquilidad de Muichiro que lo desarmaba. La tenue luz de las lámparas de papel iluminaba el rostro del joven espadachín, destacando su expresión serena y los destellos plateados en sus ojos, como un cielo nocturno reflejado en el agua.

—¿Siempre estás tan callado? —preguntó Genya finalmente, rompiendo el silencio. Su voz era áspera, pero no había rudeza en ella esta vez, solo curiosidad.

Muichiro levantó la mirada, sorprendido por la pregunta.

—No lo sé... Supongo que me gusta escuchar.

—¿Escuchar qué?

—El mundo. A veces, las palabras no son necesarias.

Genya arqueó una ceja, sin saber cómo responder. Pero había algo en esa respuesta, en la calma de Muichiro, que lo inquietaba y atraía a partes iguales. Se pasó una mano por el cabello mojado y, casi sin pensar, se acercó unos pasos dentro del agua.

—¿Y qué escuchas ahora? —insistió, esta vez más cerca.

Muichiro lo miró, su rostro inexpresivo, pero sus ojos brillaban con una curiosidad apenas perceptible.

—Tu respiración. El agua moviéndose. El latido de tu corazón.

La confesión simple, casi poética, lo dejó sin aliento. Genya se detuvo, su pecho apretado por una emoción que no podía nombrar.

—Mi corazón, ¿eh? ¿Qué tiene de especial eso?

—Es fuerte —respondió Muichiro, con una pequeña curva en los labios que podría haber sido una sonrisa—. Como tú.

El silencio volvió, pero esta vez estaba cargado de algo más profundo. Genya se dejó caer junto a él, el agua caliente envolviendo sus cuerpos mientras el vapor subía entre ellos, ocultándolos del resto del mundo.

—Muichiro... —Genya dudó antes de hablar, su voz más baja, casi un murmullo. —¿No te molesta que me siente aquí?

—No. En realidad, se siente bien.

Ambos permanecieron allí, hombro con hombro, sin necesidad de más palabras. El calor del agua se mezcló con el calor que sentían en sus pechos, mientras el onsen se convertía en un refugio para algo que ninguno de los dos había admitido aún. En la intimidad del momento, encontraron algo más que tranquilidad: una conexión.

No pasó mucho tiempo hasta que Muichiro se giró a verlo y pasó solo lo que debía pasar.
Perdieron la cuenta de la cantidad de suspiros robados, la cantidad de veces que sus respiraciones se mezclaron, que se besaron...
No era un comportamiento habitual en ellos, no lo era para nada, pero como la polilla al fuego, ambos se sintieron tan atraídos que no hubo forma de detener lo que comenzaron.

Muichiro se aferraba al torso de Genya, jadeaba en su oído mientras el mayor se centraba en mover sus caderas, en amasarlo, apretarlo y marcarlo.
Sus piernas apretándose en la cintura de Genya mientras este lo hacía rebotar, los jalones de cabello y todas las sensaciones que se estimularon se sintieron como tocar el cielo.

Sus pieles nunca dejaron de chocar ni sus cuerpos de fundirse.
La pasión fue fuerte, feroz, salvaje, pero aún así, al acabar, se quedaron unidos, temblando con la respiración agitada.
Genya abrazó a Tokito y el pilar apoyó su mejilla en su frente mientras bajaban de la cima.

Fue un momento robado, nada más que eso...

Fue un momento robado, nada más que eso

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Ding Dong.
He regresado mis
Pajeros hermosos ♥

Gente, sé que me fui por
tres años (creo, ah)
pero desde el primer momento
creo haber aclarado que los
fanfics eran solo una forma
de práctica para mí para otros
proyectos personales
relacionados a la escritura.
En la actualidad, estoy cursando
mi último año de secundaria,
así que me incómoda bastante
más escribir un fanfic sobre
dos personajes menores de edad
siendo yo una adulta, pero ya que
necesito practicar la redacción de
escenas eróticas para el libro que
estoy escribiendo (el que me
alejó de Wattpad por estos
años), así que retorno a este
fanfic usando la excusa del cambio
de edades

En este fanfic, a partir de este momento,
Muichiro tendrá 18 años y Genya 20, sé
que para muchos pierde el atractivo está
clase de cambios porque generalmente se
buscan historias protagonizadas por
personajes de más o menos la misma edad
que uno (por eso comencé a escribir este
fanfic en primer lugar), pero siendo yo una
adulta, no voy a escribir sobre menores de
edad por motivos ya morales.

Saludos!!

(Me gustaría que me hagan saber si les gusta esta clase de escritura menos explícita y más sutil corazones de melón)

OTP 30 Días (+18) ;; GenMuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora