6. Última opción.

1.1K 234 30
                                    

La noticia de que la tierra había perdido contacto con Cheon 53k8 llegó a los oídos de Jimin. Fue más temprano de lo esperado, y Jungkook lo había advertido cientos de veces, le pidió a sus compañeros que cerraran la boca cuando estaban cerca de civiles, él sabía que alguien podría escucharlos si no dejaban de recordar que habían sido abandonados. Fueron descuidados, actuaban como si la gente fuese tonta y no le gustaba. Se había esperado que alguien los descubriera, pero no que justamente esa persona sería Jimin.

Fue un momento tenso que aún al recordarlo le ponía la piel de gallina. Como un espía escondiendo un trébol de cuatro hojas en su bolsillo, Jimin escuchó toda la conversación en el momento adecuado. Llegó con una vieja revista del espacio en sus manos, una que detallaba cómo eran los planetas del sistema solar antes de que la estrella estallará expandiéndose y convirtiéndose en prácticamente nada. Únicamente era la cáscara, el vacío recuerdo de lo majestuosa que alguna vez fue.

— ¿Por qué dicen que nos abandonaron? — Aquella fue la primera vez que Jimin pareció temeroso por algo. Jamás perdía el brillo en su mirada, la esperanza, la sonrisa, pero escuchar que se quedaron completamente solos era suficiente para echar abajo hasta a la persona más optimista.

El grupo se miró entre sí, nerviosos por la pregunta del civil y por la reacción de Jungkook. Era evidente que cualquier persona reaccionaría mal después de oír que estarían aislados de la civilización, incapaces de sentir la lluvia sobre sus rostros, el calor de una estrella.

Tenían dos opciones, confiar en la persona y su comprensión, o asesinarlo. Eran órdenes de los altos mandos, la gente solía entrar en pánico, provocando altercados que terminarían en un motín. Confiarse nunca era bueno, por el bien del resto, tenían que acabar con cualquiera que amenazara en terminar con la armonía bajo tierra.

— No se atrevan. — El tono que utilizó Jungkook en ese momento era bajo. Parecía peligroso, como si estuviera listo para matar a sus propios compañeros.

Todos se hicieron pequeños en sus posiciones, abrazando sus armas como si fuesen peluches. Claramente dejarían que Jungkook decidiera lo que hacer con él, y si todo se salía de control, sería el único culpable.

— ¿Koo? — Jimin avanzó temeroso, sus manos estaban temblando — ¿Qué quieren decir con que nos abandonaron?

Jungkook se acercó para tomarlo de la mano, guiándolo hacia un lugar más silencioso, lejos de las miradas curiosas y juzgadoras. Era un momento delicado, pasaban miles de pensamientos por su cabeza, todos negativos. Cualquier cosa que alguna vez imaginó, no sucedería, fantaseó con tanto para que sus sueños fuesen desechados. Sentía un peso en el estómago que comenzaba a provocarle náuseas.

Caminaron por los oscuros pasillos, dirigiéndose a una esquina alejada de todo. Lo mejor era evitar que alguien escuchase su conversación, o si no el problema iría creciendo como una bola de nieve. Jungkook no era torpe, sabía lo que hacer, pero en ese momento todo era un lío en su interior.

Cuando se detuvieron, Jimin buscó los ojos de Jungkook para encontrar un consuelo. Definitivamente no diría nada, pero la angustia sería permanente.

— ¿Koo? — Insistía en repetir el apodo que le tenía al soldado. El rincón era oscuro, solamente había un foco cerca, pero no lo suficiente para iluminarlos.

— Shh, tranquilo, tranquilo. — Jungkook lo abrazó, acariciándole la espalda hasta que escuchó su respiración más pausada. Sumergidos en el silencio subterráneo, también notaba los latidos del corazón de Jimin, los cuales se mezclaron con los suyos y la sensación fue reconfortante.

— ¿Es cierto lo que dijeron?

— Escucha, es cierto que estamos solos, pero podemos vivir así, no necesitamos del exterior...

ANILLOS DE SATURNO 土星 KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora