4 capitulo

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Debo admitir que desde el momento en el que vi al señor Homan supuse que esto pasaría ( llegar a toparme con el buenorro de su hijo ) y aunque desde el principio había deseado que si me lo encontraba no se acordara de mi existencia, me había dolido la forma en la que me miró con desprecio sólo por no mostrar y exponer mi cuerpo de la misma manera que esas chicas lo hacían.

Me estuve observando unos segundos más en el reflejo del espejo mientras apoyaba mis manos en el lavamanos del sanitario, respire hondo y expulse el aire que tenía contenido en mis pulmones. Me propuse mentalmente a no volver a tener contacto con él, ni siquiera visualmente al fin y al cabo él no era nadie para mí o eso era lo que yo me hacía creer; además se que ahora él era de esos chicos que sólo buscan acostarse con una chica diferente cada noche. Él ya era todo un hombre y yo toda una mujer así que tomé la decisión de no volver a darle la oportunidad de entrar a mi corazón a nadie más. Incluso decidí ser más fría y transparente con las personas.

Noah siempre fue el responsable de mi cambio de personalidad, él siempre me hizo sentir segura a su lado y durante la infancia que compartimos juntos obtuve la felicidad más enorme que para mí pudo existir. Pero ahora todo sería diferente, el sólo hecho de que mostrara una mueca de asco hacia mí había cambiado el cariño tan inmenso que le tenía, reemplazandolo por una grande decepción y ahora lo único que pasaba por mi mente era la palabra "venganza".

Pero yo no era de esas personas que pagan con la misma moneda, así que seguiría mi plan de ignoracion absoluta y mi vida continuaría como siempre... a que pensaron que me iba a vengar... pues no, nunca me ha gustado la venganza y justo ahora no sería la excepción.

Después de alejar todos mis pensamientos y despejar mi mente, abrí el grifo del lavamanos y extendí mis manos hacia él para obtener un poco de agua y enjuagarme la cara, también esparci un poco de está en mi nuca ya que hacer esto me relajaba por completo, hice un gesto de alivio en mi rostro al sentir lo refrescante que era el agua en mi nuca y después de ello me limpié un poco la cara con mi camiseta ancha.

Al abrir la puerta del sanitario asomé la cabeza para poder visualizar si había alguien cerca aquí dentro, pero el pasillo estaba solitario y supuse que debía ser aún temprano y lo comprobé echándole un vistazo al reloj que se encontraba en mi muñeca, en el reloj se marcaban las 6:30am y solíamos entrar a clases a las 7:30am, al parecer había llegado muy temprano el día de hoy y todavía faltaba una hora para empezar mi día ajetreado. Salí completamente del sanitario y me dirigí al salón donde correspondía mi primera asignatura.

Entré allí y eché un vistazo alrededor pero no había nadie más lo cual era PERFECTO.
Estaba yo sola ahí, sin ninguno de los animales de mis compañeros y con una tranquilidad inmensa, sonreí ante mis pensamientos y me incorporé en un pupitre que se encontraba cerca de la ventana que daba vista a la cancha de fútbol.

Lo único que me apetecía en éste momento era leer uno de los libros que se encontraban en mi biblioteca de wattpad y eso fue lo que hice, saqué mi móvil de la mochila que estaba en mi espalda dejándola en el piso y empecé mi lectura.

Al parecer el libro se trataba de un amor platónico y no era tan largo, por lo tanto podría leerlo casi completo antes que empezaramos clases. Mientras leía pude ver por el rabillo del ojo a una sombra entrar en el salón, pero como iba en una de las mejores partes no me quería perder ningún detalle, así que no quite la vista de mi móvil. Justo en el momento el que el chico se le declararía a su chica el móvil se apagó y recordé que el día anterior no lo había colocado a cargar, así que la batería estaba agotada.

-¡Maldición!-. solté en un gruñido un poco molesta.

- Pareces enferma-. escuché una voz decir aquello y de inmediato una ola de molestia y enojo inundó mi ser.

Por Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora