6 capitulo

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Mi reloj empezó a sonar y otra vez el sueño fué arruinado, al abrir los ojos me encontré con una imágen bastante graciosa.

Mi prima Sofi se había quedado a dormir en mi habitación después de la pijamada, y justo ahora se encontraba tirada en mi cama, estaba acostada boca arriba y con las piernas completamente abiertas, y en el medio de ellas estaba su gato misifus, con su cabeza enterrada en la entrepierna de Sofía... Creo que ese gato está en celo.

Tómale una foto y amenaza a Sofía con subirla a las redes... Podrás manipularla a tu antojo.

Vaya conciencia, ya habías tardado en aparecer. Y en hacer tus comentarios... Aunque no es tan mala idea.

Lo se...

Busqué mi móvil que se encontraba en la mesita de noche junto a mi cama y le saque una foto. Guardé mi móvil y me intenté levantar, pero cuando mi tobillo hizo contacto con el frio piso y el peso de mi cuerpo cayó sobre él, sentí un dolor horrible y ahí recordé que el día anterior me lo había torcido.

Busqué las muletas con la mirada y las encontré cerca de mi cama, así que me incliné un poco y las obtuve. Me di una ducha y al salir comprobé que Sofi todavía no se había despertado, y ahora se encontraba en otra posición pero creo que ésta si le iba a dar resultados, ya que parecía que en cualquier momento su cuello se iba a desprender de su cuerpo.
Supongo que al levantarse comprobaría su tortícolis del año.

Bajé con sumo cuidado las escaleras, y escuché unas voces en la cocina, así que supuse que mi madre hablaba con alguien.

Me asomé un poco en la puerta y vi la silueta de un hombre sentado en un sofá que estaba en el salón, al verlo de lejos me pareció que lo conocía de algo, pero no presté atención. Hasta que escuché su nombre por la boca de mi madre.

- No puedo creer que de verdad hayas vuelto Homan-. Espeta mi madre con una alegría un poco notoria en su tono de voz.

- Pues yo tampoco había visto la posibilidad de volver a éste lugar Nilian, pero aquí estoy con una de mis mejores amistades-.

Yo estaba apunto de entrar al salón de la cocina, pero la siguiente pregunta de mi madre, me hizo frenar en seco y seguir escuchando la conversación.

- ¿En serio crees que sea buena idea organizar un encuentro para Nathaly y Noah?-.

¡Demonios!

- Si, de hecho él fué quien me comentó sobre esa idea-. respondió él completamente seguro-.

No me lo puedo creer, aunque esto confirma mis sospechas de que Noah de verdad no me reconoció el día que me topé con él en la Institución. Pero igual no quiero quedar con él y mucho menos sin mi consentimiento.

Sin esperar más respuestas entro en la cocina, con mi cara despreocupada , fingiendo que no escuché nada desde el otro lado de la puerta. Puse mi cara de sorprendida cuando vi a Homan y le saludé con la mano, seguido de esto le di un enorme beso a mi madre en la mejilla y le di los buenos días.

No esperé a que entablaran una conversación conmigo y salí de la cocina lo más rápido posible, no sin antes llevar conmigo una bolsa de Doritos para mí y una de papas fritas para Sofi bajo la mirada de desagrado de mamá. El desayuno puede esperar...

Subí las escaleras con ayuda de las muletas y me detuve al frente de la puerta de mi habitación. Antes de entrar tengo que agarrar muy fuerte mis Super Doritos. Puede que Sofi se despierte como un demonio y quiera arrebatarmelos.

Entré con sumo cuidado y sí hay estaba ella mirándome como en la pelicula del Depredador. Antes de que se me lanzara encima yo le lancé sus papas fritas que ella las agarró con la boca como un animal feroz agarraría a su presa.

Sofía me da miedo...

- ¿Que tal tu último año de Secundaria?-. preguntó Sofi, metiéndose como cinco papas en la boca y tragandolas de un solo bocado.

¡Por Dios!. Me pregunto si no le arderá la garganta.

- Pues sigo siendo la chica inexistente de toda la Institución, así que supongo que me va de maravilla, excepto por la torcida del tobillo, eso me salió caro. Y no lo digo por dinero, si no porque, pués un chico que es popular allí me alzó en modo princesa y todos nos vieron-. digo mostrando un poco de preocupación en mi rostro.

- ¡Oh por Dios!-. exclama con total emoción mi prima, quién me observa como si le acabara de decir que dejé de ser virgen.

- ¿Que?-. le espeto yo con inferencia.

- Eres tan terriblemente amargada, pero me vale. Ahora me vas a responder todo lo que te pregunte-. dice señalándome con su dedo índice.

Yo asiento con la cabeza y ella con total emoción y hablando rápidamente empieza...

- ¿Cómo se llama el chico?, ¿está bueno?, ¿Tiene novia?, ¿te dijo algo que sonó muy sexy?, ¿Te latió rápido el corazón cuando lo viste?, ¿Tuviste un flechazo?, ¿fue amor a primera vista?, ¿te invito a salir o algo por el estilo?-. preguntó rápidamente Sofi que apenas fui capaz de captar todas sus preguntas.

Respiré hondo y empecé a responderselas una por una.

- Taylor, si, no o eso creo, no, no, no, no y para tu última pregunta otro no-. respondo tan rápido como ella me preguntó.

Su cara en éste momento era muy graciosa, tenía su concentración al máximo y con sus dedos enumeraba cada una de sus preguntas y ajustaba cada una de mis respuestas. Sofía de verdad está loca.

Me levanté de mi cama, sabiendo que ésto tendrá ocupada a Sofía durante un rato ya que no se acuerda del orden de sus preguntas. Y salí de mi habitación con mis muletas.

Estando en la cocina me preparé un rico sándwich y mientras lo devoraba una pregunta rondó mi mente.

¿En serio Noah no me reconoce?

Sé que no es imposible, pero es tan extraño, yo lo recuerdo perfectamente y que él no me recuerde a mí, me parece una excelente ventaja.

Convencere a Sofi de que se haga pasar por mí y así no tendré que lidiar con un chico que me cae pesado.

Salí de la cocina y subí las escaleras con la intención de convencer a Sofi, pero al estar apunto de entrar a mi habitación escuché la voz de Noah.

Frené en seco, tragué grueso y bajé uno de los escalones sin hacer ruido con mis muletas, cuando pude visualizar bien la imagen de mi madre atravesando la puerta principal con una sonrisa de oreja a oreja sólo una palabra pasó por mi mente.

Maldición.

Noah atravesó también la puerta principal, con una hermosa sonrisa que adornaba su rostro y empezó a hablar con mi madre quién respondía cada una de sus preguntas que consistían en "cómo estas", "sigues trabajando en el hospital", y una de esas preguntas en específico fue la que me dejo helada. " Cómo está Nathaly"...

No podía creer que en verdad le estaba preguntando por mí y escuchar mi nombre salir por su boca fue tal motivo para que mi corazón latiera desenfrenadamente.

Pero eso no fue lo único que causó que mi corazón se acelerara. Si no la siguiente propuesta de mamá a Noah.

- Noah cariño, ¿porqué no subes a la habitacion de Nathaly?, estoy segura que le encantará verte.

Cuando mi madre terminó de decir aquello, mis pies se movieron tan rápido que fue un milagro que no cayera de culo. Me levanté rápidamente y entré en mi habitación, encontrandome a Sofi con él seño fruncido.

- No preguntes nada justo ahora, necesito que te hagas pasar por mi. Un chico va a entrar en unos minutos y necesito que fingas, después te explico todo y te daré todas las bolsas de papas fritas que haya en mi cajón-. le dije tan rápido a Sofi que creo que apenas escuchó lo de fingir y su pago de papas fritas.

Dibujó una sonrisa en su rostro un tanto siniestra, que para mi fue nada más y nada menos una deducción de hacerme pasar pena. Pero me daba igual en éste momento.

Entré al cuarto de baño que se encontraba en mi habitación, y estaba agradecida ya que así podría escuchar que clases de porquerías iba a decir Sofía.

Lo siguiente que escuché fue un Tok Tok en la puerta y a Sofi decir "adelante".

Por Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora