En el odio de sus ojos

Prologo.

Isabella

3 de noviembre del 2013

—¿Esta todo listo? – pregunta mi madre, yo bajo las escaleras preocupada, esto no le hará gracia a Aiden. — Isabella, linda, acomoda mejor tu vestido, en cualquier momento llegara Aiden.

—Mama, sabes lo que pienso, no lo hagas.

— No entiendo como defiendes al imbécil de Aiden, si siempre te dice lo "Gorda que estas"- dice el termino entre comillas y rueda los ojos — Siempre defiendes a mi hermano a capa y espada, el solo te trata mal, ya deja tu masoquismo Bela.

No le hago caso.

—Natalia, ¿porque no mejor te vas con Austin y no me mantienes recordando que Aiden es un capullo? Yo se que tal vez estoy algo llenita pero...

—Amor, no estas llenita de nada —interviene mi mama —Solo que Aiden tiene agua en el cerebro y se le corren las neuronas y por eso no valora todo tu cariño. Entiende tu primo es un poco obstinado desde lo que le paso con su padre. —asiento acomodando los pliegues de mi vestido.

Me acerco donde mi mama para comer una papa frita con algo de salsa.

Se escuchan paso afuera y mi mama empieza a emocionarse y yo ruedo los ojos, Aiden odia las fiestas de cumpleaños ya que su padre lo abandono en su cumpleaños numero 8, simplemente prefirió irse con su otra familia y abandonar a mi Tia Clare, Natalia y Aiden, para todos fue muy duro, pero mas para Aiden, desde que eso paso me he tratado de acercar pero el siempre me aleja siendo grosero e hiriente.

Hoy cumple catorce, soy mayor que Aiden un año, yo cumplo el 3 de octubre, y un mes después es su cumpleaños. Antes nos celebraban los cumpleaños juntos pero después todo se rompió.

Me dirijo a la casa del árbol, no quiero ver como se lleva a cabo por lo que luche que no se hiciera. Mis piecitos cuelgan mientras veo como un pájaro alimenta a otro, volteo al escuchar pasos en las escaleras de la cabaña.

Aiden tiene los ojos aguados, el cabello revuelto y rojo de la ira.

—¡Fuera! —grita, me siento pequeña a su lado.

Lo ignoro y el bufa, viene hasta a mi para tomarme del brazo lastimándome

—¡Que te vayas! — me suelto de su agarre mirándole severamente. Me vuelvo a sentar donde estaba, dándole la espalda, cerrando los ojos. —Isabella sal de aquí, por favor.

—No —le digo con voz firme.

—¿Qué has dicho?

—Dije que no —lo volteo a ver, su cara denota ira contenida y dolor, se acerca a mi, pero soy mas rápida y lo tiro al suelo envolviendo mis brazos en su cintura, el forcejea.

—Suéltame bola grasa —sus palabras me lastiman un poco pero las ignoro y no lo suelto.

El deja de forcejear y se relaja, su respiración agitada me hace aguar mis ojos. Descanso mi frente en su espalda y el empieza sollozar desesperada y sus lagrimas caen en mis manos.

—Shhhh —beso su espalda y la acaricio tratando de calmarlo.

Debo reconocer que hace tres años deje de ver a mi primo, como lo que es, mi familia, no puedo evitar ver sus labios y sus hermosos ojos azules, su cabello negro como la noche y como es de alto para que me parezca el niño mas hermoso que he visto en mi vida. No solo soy yo, las niñas del instituto babean por Aiden y el solo las ignora. Yo se que el no sentira lo mismo, pero yo quiero estar ahí para el, lo se porque cuando mi padre murió en el accidente de auto a los 5, me hace mucha falta, asi que comprendo su ausencia paternal, me jode su actitud de alejar a todo mundo, ya casi no habla, solo mantiene en su cuarto, no juega y se mete en problemas, rechaza los abrazos de mi tia y simplemente no acepta afecto de nadie.

Me jode que porque su papa lo abandono y no lo quiso, el lo merecía, el cree que no merece el amor de nadie, se culpa de que mi tio se haya ido.

Poso mi menton en su hombro y veo como las lagrimas resbalan de sus hermosas mejillas, esos ojos azules se ven tormentosos y sombríos. Lo abrazo un poco para que el sepa que estoy aquí, mientras miro sus finas facciones.

Gira su rostro para tomarme desprevenida mirándolo, me levanto avergonzada, pero el toma mi menton.

Todo pasa en cuestión de segundos, su boca y la mia, su lengua y la mia, el era mi primer beso, a los 15 años, jamás había besado a alguien y estaba mas que feliz que fuera el, Aiden, el que lo hiciera.

Su boca se movia suavemente sobre la mia, era como si la saboreara, hasta que me aleja bruscamente. Su mirada es asustada y después la cambia por desprecio.

—¡Vete de aquí! Yo no te quiero aquí.

Mis ojos se llenan de lagrimas y el voltea su cara, como si verme fuera lo peor.

—¿Sabes Aiden? Ojala nunca nadie te llegue a tratar como lo has hecho conmigo, desde ahora puedes hundirte en tu miseria si quieres.

Mancho un poco mi vestido al bajar.

Quiero irme de este lugar no volver, no importa cuanto lo intente, el nunca va a cambiar y yo me canse de intentarlo.

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N/A:

Este es el prologo, un poco desagradable, desde aqui nace el odio, de nuestros protas, pero pronto, pronto se volveran a unir.

Att: Valen ❤