Celos disfrazados

95 8 0
                                    

No podía negarlo, el era hermosísimo, por mucho que sienta que lo odie hay una parte de mi que siempre quiere hablarle y preguntarle que tal ha estado, o como se comporta su vida últimamente.

Pero se que no obtendría una respuesta como las que me daría Jean, Aiden me patearía el culo como siempre y mi odio incrementaría, pero aun así sabiendo esto ¿Porque quería estar cerca?

Su aspecto siempre era el mejor, su cabello negro despeinado, su blanca piel con todos los tatuajes en su brazo derecho y sus ojos, no podía negar que cuando lo vi entrar por la sala tenia unas grandes ojeras y su mirada estaba perdida.

Pero eso no le quita que sea condenadamente atractivo, su aroma se quedo atrapado cuando salió de esa habitación con un buso sencillo y esos pantalones negros rasgados, se veía mejor que como había entrado y como era eso posible, es como si Aiden no se preocupara por nada nunca y todo simplemente le saliera bien y natural.

Quedarme ahí de pie aun cuando el ya se había ido era estupido, hasta para mi, entre al baño para orinar, me entretengo con mi teléfono mientras termino de limpiarme, me miro el rostro y tengo un poco de ojeras por que no he dormido casi, el cabello un poco esponjoso y estoy algo cansada.

Salgo del baño y mi tia me llama para enseñarme mi habitación, es amplia y da directo al jardín de la casa, entro mi maleta y me acuesto en la cama que hay, debo comprar muchas cosas.

Mi familia siempre ha tenido dinero esa es la verdad, mi padre tenia una importante compañía de autos que la dejo acargo de su hermano Jonathan, mi tio, mi madre es una de las arquitectas mas importantes de Londres, ha diseñado para varios magnates empresarios de compañías londinenses.

Y asi mis tias también tienen negocios familiares aquí en Estados Unidos, lo que nos ha permitido darnos bastantes lujos, como una casa propia, autos o motos.

La única razón por la que mi madre ni quiere comprar una casa propia es porque sabe que no podemos quedarnos, yo no quiero quedarme y mucho menos ahora que Jean ha venido a Nueva Orleans con nosotros, son muchas cosas, no se que tanto estemos aquí, pero ojala no supere este semestre.

Me faltan dos semestres para acabar a la universidad y no quisiera tener que graduarme aquí en nueva Orleans, quiero pasar este semestre aquí y terminar el que me falta en Londres, allá están mis amigos, y la familia de Jean.

***

Quito mis gafas, leer tanto va acabar conmigo, que esperaba al estudiar historia, que esperaba? Que los conocimiento me cayeran del cielo, son las 3 am, creo que ernie mi espalda de tanto estar sentada y encorvada, tengo un dolor de cabeza que no me deja y además que tengo un hambre atroz.

Bajo de la cama, con mi short de pijama y las gafas puestas para ver bien en la oscuridad, la mayoría de veces uso lentes de contacto pero necesito estar con las gafas en la noche, mi astigmatismo no da tregua ni en un momento.

Bajo descalza a la cocina y enciendo la linterna de mi teléfono, enciendo una lampara que hay en la cocina, le da una luz bastante tenue, pongo la cafetera, mientras reviso el pastel vainilla que he horneado para traerle a mi tia de regalo,esta receta me la enseño la abuela, no se porque me confeso que nadie mas la sabia, solo ella y se la preparaba al abuelo cuando tenia un mal dia.

Tomo una rebanada y escucho la puerta junto a risas.

Me asomo y veo a 4 personas, escucho la vos de una chica y mi ceño se frunce, mi hermano me asalta en la cocina y una hermosa chica morena lo acompaña, sus risos son hermosos y sus ojos cafes la hacen ver muy bonita en ese vestido color crema.

- Hermanitaaaaaaa – arrastra las silabas, esta muy borracho, la chica me sonríe con algo de pena mientras tratan de sostenerse mutuamente.

- Shhhhh, has silencio Eithan, donde mama de vea asi te va a matar – el se rie y veo como Aiden llega con una chica rubio que le da besos en la boca.

En el odio de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora