Me alegro mucho de conocerte (SuperCorp)

CAPÍTULO 5 : Algo incorrecto o totalmente correcto

"Buenos dias."

Kara notó cómo Lena ni siquiera parpadeó cuando el héroe residente de National City entró en su cocina tan temprano en la mañana. Lo cual le dijo mucho sobre su dinámica, para ser justos, pero también la hizo sentir un poco más cálida por dentro.

No sabía lo que esperaba cuando se despertó esta mañana en ese sillón ridículamente cómodo con una manta suave sobre ella, pero sabía lo que quería porque el olor que venía de la cocina era delicioso. Así que Kara se levantó, dobló la manta y la colocó perfectamente encima de los cojines, luego se dirigió a la cocina, donde pudo escuchar cómo se frían las cosas, las cacerolas se caían y dos latidos funcionaban sincronizados.

Lo que no esperaba era ver a Lena usando lo que tenían que ser los pantalones de chándal más cómodos y una camiseta Oxford de gran tamaño mientras usaba una espátula para meter algo en la sartén. El bebé Liam estaba cerca de ella, acostado felizmente en el portabebé mientras chupaba su chupete y parpadeaba con sus ojos verdes a un elefante que ella colocó justo encima de él para que le sirviera de distracción. Kara casi se rió entre dientes ante la imagen del niño siguiendo al juguete cada vez que una ráfaga de viento lo empujaba porque finalmente había aprendido que no podía alcanzarlo con sus brazos cortos.

"Buenos días", respondió Lena, alejándola de sus pensamientos.

Kara miró hacia atrás a la mujer a tiempo para ver su cegadora sonrisa por encima del hombro antes de que Lena volviera a mirar la sartén. La heroína trató de no vacilar, aunque su corazón latía demasiado rápido a una hora tan temprana del día. Kara se aclaró la garganta, sin saber qué hacer con ella misma ahora que invadió el desayuno en familia, y pateó el suelo con los dedos de los pies mientras pensaba qué hacer.

"Yo, eh-" se detuvo, volvió a pensar, frunció el ceño y se cruzó de brazos. Sus ojos se negaban a elevarse más alto que las pantorrillas de Lena, demasiado avergonzados, demasiado avergonzados para hacer más que eso. "Lamento haber dormido aquí", Kara señaló con un dedo por encima del hombro y suspiró. "Supongo que estaba más cansado de lo que pensaba".

"Está bien", respondió la morena en un tono suave que apenas era más que un susurro. "Supongo que estabas cansado después de apagar el fuego. Lo están informando en las noticias, parecía grande".

Kara levantó la mano para rascarse la nuca. Sus mejillas se sentían demasiado calientes y todavía no se atrevía a mirar hacia arriba. "Sí, un poco, supongo. Aunque todavía lamento dormir en tu casa."

Sus ojos finalmente se levantaron cuando escuchó a Lena moverse en lugar de responderle. La mujer había apagado la estufa y estaba caminando con la sartén en la mano para alcanzar un plato que Kara no había notado antes, lo cual era una locura porque Kara siempre sabía dónde estaba la comida. Dejó caer un panqueque caliente encima de una pequeña pila que ya estaba en el mostrador, luego puso la sartén en el fregadero y se movió para agarrar dos tazas del mostrador superior. La camisa era lo suficientemente grande como para que no hubiera piel expuesta, pero Kara tragó saliva de todos modos cuando la mujer más baja tuvo que apoyarse de puntillas para llegar al estante superior. Kara apartó los ojos del perfecto, redondo, firme ... No, no iba a ir allí. Concéntrese en el bebé y su rostro de bebé y no en su madre, por el bien de Rao.

"Como dije," la voz de Lena tiró de ella hacia atrás y el héroe casi saltó por el techo, "está bien. Hice algunos panqueques si quieres quedarte a desayunar".

La morena estaba ahora frente a ella de nuevo, sosteniendo dos tazas a juego y ofreciéndole una pequeña sonrisa que parecía lo suficientemente honesta. La forma en que miraba a Kara, con ojos suaves y una sonrisa más suave, y el hecho de que todavía no la había echado, ni había llamado a la policía, ni había gritado por su querida vida, hizo que Kara se diera cuenta de que Lena no estaba molesta. por su presencia. Quizás no del todo cómodo todavía, no es que fuera impactante, pero está bien.