"ESCUCHAD TODOS", habló Webber a través del micrófono, "Somos gente ocupada, así que voy a intentar ser breve. Estoy implementando un nuevo protocolo de enseñanza aquí en el Seattle Grace. Algunas de estas reglas son nuevas, y otras son viejas y se van a aplicar de nuevo".
Los susurros se extendieron por todo el auditorio mientras el jefe continuaba: "Los residentes de primer, segundo y tercer año ya no podrán especializarse de facto. Esta práctica interfiere en el desarrollo de una formación quirúrgica completa. Se acabó".
"Mierda, esto va a ser una mierda", refunfuñó Norah mientras él reía suavemente a su lado.
"Las relaciones personales, las lealtades personales y los favoritos personales ya no serán un factor en nuestro programa de formación. Adjuntos, repartiréis vuestra riqueza de conocimientos por igual entre todos los residentes. Además, volveremos a centrar nuestra atención en la comunicación con el paciente y el trato con él".
Mark frunció las cejas ante las palabras del jefe. "Vale, esto va a ser una mierda".
"Para algunos de nosotros, esto significa aprender el arte perdido de la humanidad y la compasión. Para otros, esto significa aprender a tratar a los pacientes sin involucrarse emocionalmente con ellos. Este es un programa quirúrgico. La psiquiatría está en la quinta planta. No confundamos las dos cosas".
"¿Es él..."
...refiriéndose a alguien en concreto? "Sí."
"Además, residentes, sus internos se reflejan en ustedes. Si ellos fallan, ustedes fallan. Si tienen éxito, ustedes tienen éxito. Los adjuntos, eso va también para los residentes. Enseñen con entusiasmo, aprendan con entusiasmo. Somos cirujanos. Recortamos las enfermedades malignas", terminó Webber, "Empecemos por casa, gente".
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"JACK O'BRIEN, 47 años", presentó CRISTINA, "Programado para una reparación de aneurisma aórtico abdominal. Su último TAC mostró calcificación. Así que pedí una angio TC para determinar si había empeorado o se mantenía estable."
"Bien visto, Yang", asintió Hahn, revisando rápidamente los historiales del paciente. "Puedes bajarlo después de las rondas".
"El doctor Lawrence se hará cargo", intervino Webber, y Norah lo miró sorprendida. "Dra. Yang, ha terminado aquí. Gracias".
Hahn miró al jefe y luego a la residente morena. "Me irá bien con Lawrence".
Cristina miró cabreada a Webber mientras entregaba los historiales del paciente a Norah con mal humor; ésta se encogió de hombros como respuesta.
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"¿Cómo le va ahí dentro, señor O'Brien?". preguntó Norah a través del altavoz.
"Podría ser peor", respondió el paciente, "Podría tener una fuga de cerebro por los oídos".
"Sólo tardará un par de minutos más", informó ella. "Aguanta".
"No es que pueda ir a ninguna parte".
Norah se rió ante su respuesta mientras se apoyaba en la silla de la sala de TAC. Kirian, que estaba en la sala con ella, rebotaba la pierna mientras esperaban a que aparecieran los escáneres del señor O'Brien. El pasillo fuera de la sala bullía de charlas y conversaciones.
"¿Has pensado en qué especializarte?" preguntó Kirian.
Norah se volvió hacia él con una ceja levantada. "Soy una persona indecisa", afirmó, "así que estoy bastante abierta a todas las opciones, la verdad".
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lo prometiste | mark sloan
Fanfiction"No voy a ir a ninguna parte, porque siempre has sido tu". Ella era la caída que él siempre había deseado. Él era el calor que ella nunca supo que necesitaba. Fueron un amor a primera vista del que ninguno se dio cuenta... Cálido y difus...
