16┃apparently, they're friends

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[TW: violencia]

"¡Maldita sea, creía que eras un paciente!" gritó Izzie. Norah, que acababa de atravesar las puertas de la recién inaugurada clínica Denny Duquette Memorial, se sobresaltó un poco.

"Eh... estoy bien y sana, gracias", frunció el ceño al ver a sus compañeros de prácticas dentro, deambulando y mirando a su alrededor. "Bueno, físicamente, al menos. Mentalmente, podría ser un desastre".

"Lawrence, llegas tarde", dijo Bailey con tono inexpresivo.

"Lo siento, Dra. Bailey, se me ha pinchado una rueda... pero sé que llego tarde... pero no es así, ¿verdad? Quiero decir..." señaló la clínica notablemente vacía, "Sin ofender a la persona que pagó por este lugar, pero ¿dónde están los pacientes?"

"Los pacientes estarán aquí", aseguró el residente, "pronto...".

"Estoy vigilando la puerta", añadió Izzie con entusiasmo mientras sus ojos seguían clavados en las puertas.

Norah se acercó para reunirse con Cristina y Alex, que se estaban familiarizando con el protocolo de la vacuna de la gripe. Los dos internos se quejaron mientras discutían sobre una operación cardiotorácica que le tocó a Alex en lugar de a Cristina. Esta última le miraba incrédula mientras el primero le sonreía con suficiencia.

"Tengo una operación única en la vida antes del mediodía", se acercó Mark por detrás, "Si quieres operar, puedes irte de este lugar".

"¡Yo! ¡Dr. Sloan, quiero entrar!" Alex lanzó su brazo al aire.

"Oh, no, no, no. Tiene una translocación de la válvula pulmonar sin sangre con Burke", intervino Cristina. "Quiero entrar".

Norah levantó la ceja ante las dos ansiosas internas antes de volverse para sonreír al adjunto. "Elija usted, Dr. Sloan".

Mark puso los ojos en blanco y terminó por no elegir a ninguno de los internos mientras Norah se reía. Se dirigió al otro lado de la clínica y se aseguró de que Bailey no estuviera mirando antes de sentarse en una de las camas.

"No entiendo por qué te niegas a trabajar en plástica", afirmó mientras se colocaba frente a ella. "La plástica es divertida, cambia la vida de la gente... y se paga muy bien".

"Me falta interés en ello. No tiene sentido elegir un camino que no voy a disfrutar", se encogió de hombros. "Y no me niego a hacerlo, sólo prefiero no hacerlo".

El cirujano plástico entrecerró los ojos ante sus palabras. "Entonces, ¿podría tenerte en mi servicio?"

"Soy una maldita interna, Sloan".

"Pues te voy a meter en plástica el resto del mes", sonrió, ganándose una patada en la espinilla de la interna, que había estado balanceando las piernas en la cama de la clínica. "Ouch-"

"¡Nos casamos en Las Vegas!", gritó una voz con orgullo. Norah se giró para ver a George de pie junto a las puertas con Callie a su lado. Todos los demás también dejaron lo que estaban haciendo y examinaron a la pareja. "¡Estamos casados!" exclamó George y tomó la mano de Callie entre las suyas.

La sala seguía en absoluto silencio mientras todos procesaban la información lanzada de la nada: se quedaron sin palabras.

"Felicidades, George, Callie", dijo Norah mientras se acercaba a darles un abrazo a ambos. "¡Eso es-brillante!"

Alex se rió: "Amigo, ella es Callie O'Malley".


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lo prometiste | mark sloanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora