El Miedo De Sus Ojos - 7

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Capítulo 7

Julio 19 del 2015

Los adolescentes que habían salido asustados del bosque fueron llevados a la dirección, trataron de explicar los sucesos y fueron alarmantes para el director Roger, pues lo que había en el bosque era trágico y sumamente urgente. En ese momento, Daven iba saliendo de su clase, escucho a algunas estudiantes decir que una alumna había entrado al bosque después de que Anne y el otro chico salieran, todos en la escuela hablaban acerca de que algo malo había allí, y la realidad es que nadie sabía con exactitud, lo único que sabían era que era bastante delicado. Pero no había detalles, Daven pasó por desapercibido esos comentarios, hasta que escucho el nombre Arizbeth.

Arizbeth había entrado al bosque. Daven corrió hasta llegar a la cancha de basquetbol, las estudiantes estaban allí, al verlo le dieron una mirada indiferente, fue como si se hubieran coordinado para tal acción. Daven entró al bosque, pues su instinto protector salió a relucir, sentía como si una soga estuviera en su cuello a punto de ser apretada, listo para morir.

Arizbeth seguía el camino según el olor y la intensidad le indicaban. Cada paso que daba, el olor se volvía más y más fuerte, hasta que llegó a un árbol que era el más alto del lugar, tenía muchas ramas a los lados. El tronco era muy grueso y estrecho, incluso podía esconderse detrás de este y pasar desapercibida con facilidad. Tenía su nariz cubierta, y algunas ramas afiladas rozaban con sus piernas. Al darle la vuelta al árbol se percató de la escena más tétrica que haya visto jamás. Alguien se había suicidado en el bosque. Ella dejó caer su rostro y sus manos junto con este, ahogo un grito y cayó para atrás del impacto.

Sintiendo mil emociones al mismo tiempo, incapaz de definirlas o distinguirlas. Su respiración se volvió irregular y su corazón latía cada vez más fuerte, por cada bocada de aire aumentaba su ritmo cardíaco. Se asusto al sentir unas manos en sus hombros, se quitó al momento del contacto, subió su vista y vio el rostro de Daven, ella se levantó y lo abrazo. Fue un instinto que ella no pudo controlar.

—¿Estas bien? —le preguntó. Ella asintió con dificultad, se separó de él y volvió a mirar a aquel chico colgado. Sintiéndose más tranquila y capaz de hacerlo.

Se percató de su vestimenta y era la misma que se describía en el cartel de la desaparición de Thaddeus, pantalones azul oscuros, un suéter negro con rayas blancas y la cazadora roja que resaltaba. Arizbeth trato de observar mejor, el rostro del chico se veía entre azul y morado. Entonces cayó en cuenta, había encontrado a una persona desaparecida.

—Es Thaddeus Helliot —afirmó ella. Daven le dio un vistazo rápido al cadáver y él lo confirmó llevaba la misma ropa que el día que lo encontró en el bosque.

Daven solo sintió una punzada en el pecho, Thaddeus le había pedido que lo matara aquella fría noche del 7 de Julio, y ya que las intenciones de Daven fueron bastante desinteresadas le dijo que lo hiciera él mismo, no fue algo que lo dijera en serio, más bien fue algo para que lo dejara en paz, no creyéndolo capaz. Ahora, caía en cuenta de que lo subestimo demasiado, pero Daven no tenía un remordimiento alguno, ¿por qué debería de tenerlo? No era su amigo, mucho menos una persona cercana a él. Daven, regresó a la realidad y de inmediato pensó en el diario de Thaddeus, demasiada evidencia que incluso podría incriminarlo. Pero dejó de pensar cuando escucho a los profesores acercarse.

—¿Por qué lo habrá hecho aquí? —preguntó Arizbeth.

¿A caso Thaddeus Heliot creía que nadie encontraría su cuerpo en el bosque? ¿O quería que todos lo vieran? Fue una de las preguntas que Arizbeth formuló en su mente, la profesora Paige llegó junto con el director. Aquellos no podían creer lo que sus ojos capturaban, el director alejo a Arizbeth y a Daven poniéndolos detrás de él.

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