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Hinata  terminaba de remendar a hidan, que asta el momento no había pronunciado palabra, solo se dedicaba a observar a la figura de la frágil mujer que cosía sus extremidades con suma delicadesa.

Que graciosos giros da la vida, asta hace no mucho habría jurado que moriría dentro de es lugar al que el nara avía condenado como su prisión de por vida.

Claro que sus pensamientos se vieron  interumpidos por la voz frágil y cansada de aquella mujer.

Hinata: deberás ayudarme a conseguir un pergamino de una de las naciones ninja, pero si te niegas no tendré la piedad que el nara te ha tenido.

Hidan: y porque debería ayudarte mujer.

Hinata: porque solo me quedan algunos meses de vida y una ves muera volveras a ser libre.

La voz pasiva de hinata se torno cada vez más apagada, asta que no pudo seguir y comenzó a toser fuertemente  asta que escupió sangre. Y miró a hidan con los ojos apagados y una sonrisa amarga.

Hinata: solo ... solo necesito unos mese más.

Dijo aquello sin mirar a hidan, para acariciar su vientre débil mente.

Hinata: asta que el nasca y luego serás libre de irte sin mirar atrás.

Los ojos de hidan se ablandado imperceptiblemente y sin que hinata lo notará.

Porque asta ese preciso momento hidan no avía notado que tan injusta podía llegar a ser la vida.

HINATA SE VOLVIO UNA ASESINA DESPIADADA (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora