Brendan Jhonson, un chico de Irlanda en el año 1904, empieza a escuchar la hermosa melodía de un violinista, pero al no saber su identidad, y cada vez mas obsesionado, decide ir en busca del artista. Pero al encontrarlo, empieza una bella historia d...
Brendan estaba durmiendo sobre su cama una mañana fría de octubre, con aún el cálido recuerdo de esa melodía, esa hermosa melodía que le producía calor por dentro... cuando de repente siente un golpe que lo trae a la realidad...
-despierta holgazán...
Era su hermano mayor, Cian, que disfrutaba de molestar a Brendan todo el tiempo.
-Aggg, déjame en paz Cian
-¡Anda! -Cian le retira las mantas de encima y le deja caer su ropa a los pies de la cama - arriba. Y Cian sale del cuarto. Brendan ya no quería que su hermano lo molestará más, así que se puso el uniforme del colegio y bajo a desayunar.
En el comedor (que también era la cocina) su madre estaba hecha unas prisas. -¡vamos, coman! Cian tiene que ir al trabajo, Adara tiene que ir al colegio y tú eres el único que puede llevarla Brendan.-dijo su madre -Sí, madre - decía Brendan mientras comía su pan tostado con mermelada. -Wow, por fin llegas.- Cian avía entrado al comedor y le despeinaba el cabello a su hermano - Por qué eres tan lento para todo? ¿Acaso es por qué tienes una chica en mente? Ha, ha, ha -Aggg déjalo en paz Cian...- sermoneo la hermana menor Adara. Cian puso los ojos en blanco y se fue. -Adara. Sabes que ese no es el comportamiento de una señorita... -*suspiro, si madre...
-¡Que tengan buen día!- se despedía su madre mientras caminaban por el campo de camino al pueblo. -¡Adiós!- le dijeron cariñosamente Adara y Brendan.
-*suspiro, como odio que mamá me dé sermones sobre "las señoritas"... -ha, ha, ha, al menos a ti no te presiona con el colegio... -hahaha, tal vez a ti también te debería de dar sermones de "la señorita perfecta"-Cian le puso un brazo por encima del cuello y despeino a su hermano. -Creo que se te están acabando las burlas...- le respondió Adara con los ojos en blanco.
Después de un rato llegan a la granja familiar, que es donde trabajaba su padre y Cian. -Hola padre. -saludan Adara y Brendan. Su padre estaba ordeñando a una vaca. -Hola hijos.-dice su padre sin levantar la vista, él era un hombre trabajador, pero amaba a su familia... -Bueno, gracias por haber acompañado a Cian hasta aquí, deberían irse a la escuela, o se les hará tarde. -Claro padre - dijeron Adara y Brendan al unisón. -Adiós. Y se van directo a la escuela.
