cap 5 - niña silencio

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Después de que pasaron dos semanas desde lo último que ocurrió, dieron inicio las vacaciones de invierno. Y Brendan estaba decidido a buscar al cuarteto.

Brendan se levantó muy temprano ese día, incluso más temprano que Cian. Salió lentamente del cuarto y bajo al comedor, ahí estaban ya la Sra. y el Sr. Johnson.

- Ya me voy. - dijo Brendan mientras abría la puerta.
- Cuídate. - le dijo con cariño su madre mientras le acariciaba las mejillas.
- si madre.

- Aidan...? - le dijo su madre al señor Johnson, que estaba sentado con la vista perdida.
- ¿Qué?... ¡Ah! Sí. Adiós Brendan.

Brendan solo le dirigió una mirada de extraño a su padre, y salió por la puerta.

Estaba bajando la colonia cuando su madre le dijo desde la puerta:

- ¡Ya que vas al pueblo, consigue algo de pan si me haces el favor!
- sí!

Y Brendan se fue de camino al pueblo.

Cuando llegó, empezó su búsqueda. Pensó en los lugares en los que avía escuchado al cuarteto: pasó por la calle principal, la plaza de la iglesia y por casi todas las colonias... pero no encontró nada. Así que decidió probar con otra cosa: a uno por uno de los locales les fue preguntando si avían visto al cuarteto. Pero no tuvo éxito, algunos le negaron con la cabeza, otros lo ignoraron e incluso algunos le dijeron: "nunca he visto nada así, estoy muy ocupado, déjame en paz."

El sol ya se estaba poniendo, y para entonces, Brendan estaba totalmente agotado:
-"tal vez se fueron a otro pueblo, ese tonto policía no los dejaba en paz... seguramente no lo volveré a ver". - pero cuando estaba a punto de dar la misión perdida... escucho el sonido de una flauta.
Brendan giro la cabeza, y lo vio: era la pequeña niña de la flauta, parada a la orilla de un callejón.

- ¿Pero qué?...

Entonces la niña empezó a correr.

- ¡Oye, niña! - Brendan empezó a seguirla, pero era sorprendente, rápida. - ¡espera! ¡Quiero preguntarte algo!...

Por fin llegó a un callejón sin salida, (tenía algunas cajas de madera amontonadas) Brendan veía hacia todas direcciones buscando a la niña:

- demonios... ¿A dónde se habrá ido?...

De repente escuchó la flauta tras él, y cuando levanto la vista, vio a la niña sentada (como si no fuera gran cosa) a la orilla del alto muro, al final del callejón. Brendan quedó boquiabierto.
La niña lo vio, y sonrió.
Brendan no supo cómo, pero la niña bajó del muro como un pequeño mono, y quedó parada en frente de él:

- Hola niña...- dijo Brendan, agachándose un poco para quedar a la misma altura.- Tú, crees poder ayudarme? Estoy buscando a los músicos con los que tocas...

La niña no le dijo nada. En cambio, le dio una hoja de papel que decía:

Enfrente de la posada
Mañana a las 5:00

Firma: Harvey.

Al principio Brendan tardo en entender, pero después de un rato dijo:

- Perdón, pero, ¿Quién es Harvey?

La niña no dijo nada.
Solo hizo un movimiento con los brazos, como si tuviera un violín imaginario.
Y salto la barda con la misma facilidad de antes.

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~Harvey Smith:

(El violinista)

(El violinista)

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violines y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora