cap 10- El regalo prohibido

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La mañana del "Nollaig" Brendan no salió al bosque, más allá de querer estar con su familia; era por la incapacidad de quitarse al artista de la cabeza. Pensaba en si él estaría bien, o estaría mal... ¿sería normal eso? Esa emoción que sentía tan recurrente al estar cerca de Harvey, esa emoción, que es tanta que no sabes qué hacer. ¿Tomarle la mano? ¿Abrazarlo?... ¿Estar con él?... por algún motivo Brendan pensaba que era un imposible, que algo estaba mal. Pero esas preguntas eran tan recurrentes en su mente como las palabras de Adriene: No haces mal a nadie amando.

-¡Brendan!-Alguien le llamaba desde las escaleras; Su hermana Adara había entrado a la habitación- Nuestra madre te busca, Brendan. Quiere que le ayudes en algo.

-Enseguida bajo.-Brendan, que se encontraba sentado en el marco de la ventana abierta, viendo al bosque, se desperezó para ir a la llamada de su madre.

-¿Qué sucede?

Brendan había empezado a salir de la habitación, cuando su hermana lo detuvo con esa pregunta.

-¿De qué hablas?- contesto Brendan.

-No sé, desde que empezaste a salir (hace dos meses) te ves diferente... Como si dios te hubiera regresado la vida que te faltaba.

Una imagen de Harvey riendo surgió en la mente de Brendan.-... Tal vez lo hizo.

{Solo, aún no sé si dios quiere a la gente como yo} Pensó Brendan mientras bajaba las escaleras.

Abajo, su madre se encontraba prendiendo velas rojas, y poniéndolas en cada ventana de la morada.

-¡Brendan! Hijo... Vamos, ven a poner las velas con nosotros.

Brendan se acercó y empezó a prender una vela. Era tradición en Irlanda prender velas rojas en el "Nollaig", y ponerlas en cada ventana para dar la bienvenida a la sagrada familia.

-Espero ya tengas listo el traje que usaras esta noche, Brendan.-Su padre estaba escribiendo una carta, y le había dicho eso a Brendan con un tono de voz algo duro y frío.

Brendan sabía que irían a una misa como todos los años (lo cual lo ponía algo nervioso, respecto a los sentimientos que tenía cada vez que estaba cerca de ese chico...) pero no entendía por qué debía ir con un traje puesto.

-¿Traje?... Nunca vamos a misa de traje, padre.

Su padre levantó la vista de la carta y vio a Brendan, y desconcertado, pero con una voz aún más fría, le contesto:

-Claro que no es para la misa, es para la cena con los Byrne, ¿lo recuerdas? ¡Te lo dije hace una semana Brendan!

Brendan se quedó pensando, no recordaba haber oído lo que su padre le acababa de decir. Y más aún, pidió a dios que no fuera lo que pensaba que era esa cena... La familia Byrne tenía una hija de la edad de Brendan.

Brendan trago saliva, y le contesto a su padre con una sonrisa en el rostro:

-Perdón padre, lo había olvidado, pero tranquilo, mi traje está listo.-Giro la cabeza y continuo prendiendo las velas color sangre.

Su padre le había dicho que la cena era en la tarde noche después del sermón. Así que tenía tiempo de hacerle una rápida visita a sus amigos. Estaba claro que cada vez era menos su control en el impulso de ver a Harvey todo el tiempo.

De camino al bosque se repetía una y otra vez: {Es solo una visita rápida. Es solo una visita rápida. Es solo una visita rápida...}

Al instante que cruzo los espesos arbustos, Cú salto sobre Brendan para saludarlo. Al parecer en la morada solo se hallaban Adriene y Angra. Brendan entro al hogar, y en efecto; sus amigas se encontraban cocinando una tarta en la mesa.

violines y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora