cap 9- Cálido invierno

4 1 0
                                    


Eran las nueve de la noche cuando Brendan llego a su hogar; Sentía estar casi flotando al subir la colina a su hogar... Estaba tan feliz, lo había conocido, al fin, y era... No tenía palabras, solo sabia que era de esas personas que simplemente te hacen felices con su existencia.

Cruzó la puerta de su casa empapada de la fría nieve de fuera.

-Brendan, ¿dónde habías estado? Había empezado a preocupa...-La señora jhonson se había levantado de su taburete, preocupada por su hijo, pero Brendan no la dejo terminar, porque le mostró la hogaza de pan que llevaba bajo el papel.

-He traído el pan madre... No te preocupes, estoy bien, la he pasado bastante bien.

La señora Jhonson parecía estar analizando el rostro de su hijo, paso un rato en silencio, y le dijo con una sonrisa maternal:

-Muy bien hijo, ya sube a recostarte, tu hermana Adara ya está recostada, Y Cian acompaño a sus amigos.

-Muy bien, descansa madre...-Hasta ese momento Brendan no había notado a su padre, que, sentado a la luz de la chimenea en la sala, leía detenidamente una carta.-Descansa padre...

-¿Qué?... ¡Ah! Descansa hijo...- le contesto el señor jhonson sin prestarle mucha atención.

Brendan se apuntó para subir las escaleras de camino a su habitación, cuando su madre lo detuvo.

-Hijo... ¿De quién es ese abrigo que llevas puesto? Parece el de un vagabundo.

-¡Ah! Es de... Es de un amigo, no quería que tuviera fio de regreso a casa... Tranquila, se lo devolveré mañana.

Y Brendan termino de subir las escaleras. Entro a hurtadillas en la habitación, por temor a despertar a Adara, pero al entrar descubrió a su hermana remendando un vestido suyo.

-Adara, ya no son horas- Le dijo Brendan al pasar frente al lecho de su hermana menor.

-Lo sé, lo rompí tratando de trepar un árbol con Aurora, pero mamá quiere que repare este vestido antes de... ¿Me estás escuchando siquiera?-Brendan se había distraído viendo el abrigo que le había prestado Harvey, de verdad parecía el de un vago.-¿Por qué traías puesto ese abrigo?... ni siquiera es tuyo.

Adara, como la niña curiosa que era, se acercó a su hermano para ver mejor el viejo abrigo.

Y después de analizarlo un rato en silencio, Brendan le dijo a su hermana:

-Enséñame a coser, así podría remendarlo.

Adara lo vio sorprendida, y después soltó una estruendosa carcajada, pero al ver que su hermano no estaba riendo se detiene.

-¡Ah!... ¿Es en serio?

-¡Pues claro que es en serio! Él... Quien me la presto, lo hizo con cariño... lo menos que puedo hacer es devolverle el favor de alguna form...

-¡¿eso significa que no estaba así cuando te lo presto?! ¡Valla que no te duran las cosas Brendan!

-¿Qué? ¡No! Cuando me la prestaron ya estaba así...

Adara analizó en silencio a su hermano, de una forma muy similar a la de su madre. {¿Acaso tengo algo en la cara?} se preguntó Brendan a sus adentros, y después de un rato su hermana dijo alzando los hombros:

-Bien.- Y con saltitos se dirigió al costurero que había en su cama.

Después de un rato, Brendan se encontraba cosiendo al lado de su hermana, que comenzaba a serle algo molesta por regañarlo cada que se pinchaba el dedo con la aguja, pero pasada una hora Brendan lo había logrado, termino el abrigo.

violines y suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora