❝ 𝓒𝓞𝓡𝓐𝓩𝓞𝓝 𝓓𝓔𝓛𝓐𝓣𝓞𝓡 ❞ ❥ 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚖𝚊𝚛

INTENTO DE SUICIDIO

No entiende el cómo su situación escaló hasta ese punto tan grave, pero está totalmente harto de su vida. Quiere deshacerse de los pensamientos que le evitan dormir por las noches, de los martirios que le brindan más dudas que respuestas, de aquellas horribles voces gritando en las paredes de su cabeza, de las heridas que sabe nunca podrá sanar, del dolor provocado por su enfermedad, de los fastidiosos latidos en su interior... Solo quiere regresar todo a como era antes. De una u otra forma, quiere dejar de sufrir.

En pleno delirio, toma con sus manos el primer objeto donde su mirada reposa: una navaja color verde, oxidado. El tiempo envejece cualquier cosa, pero no puede exterminar rastros de culpa.

No le importa absolutamente nada, solo quiere desahogarse de la manera más rápida. Le da igual que su esposo se pueda sentir triste por la perdida, pues cree que su amado merece algo mucho mejor. Su mente juega con el haciéndole creer que todos ganarían si el no tratara de aferrarse a vivir.

No es completamente consciente de lo que está cometiendo, pues su cordura se ha disipado a la par que el filo de la navaja hace cortes a lo largo de los brazos. No mide la rapidez o la profundidad de su acción, solo puede sentir a la sangre cayendo por sus extremidades.

Sin estar satisfecho por su reciente y caótica imagen, baja el cúter a sus muslos y realiza cortes aún peores en ellos. El dolor es insoportable, pero ya no puede detenerse. No se siente con la valentía o las ganas de hacerlo.

Tanto sus prendas como el suelo quedan manchados del rojizo líquido, pero ni siquiera se da cuenta de ello. Está tan perdido que en su mente habita una sola idea: "Morir"

Los latidos en su ruidoso corazón no le dejan autolesionarse con completa seguridad, destrozando la poca resistencia que quedaba dentro de él. Cada que amanece y despierta, están ahí. Cada que se pronuncia, se mueve o parpadea, están ahí. Cada que está pensando en Siren, su corazón está ahí, atormentándole.

- ¡CÁLLATE, CÁLLATE, SOLO CÁLLATE! -Aturdido, no evita gritonear mientras sostiene su cabeza. Está desesperado. - ¡ERES UN MALDITO HIPÓCRITA, DEJA DE FINGIR INTERÉS! ¡SOLO PALPITAS PARA JODERME! -Agobiado, jalonea su cabello. No tiene miedo de arrancar su cuero cabelludo o temor de que alguien lo escuche, solo quiere paz. -¡ARRANCARÉ TUS LATIDOS! ¡TE ARRANCARÉ, HIJO DE PUTA!

Si con enterrar la punta filosa de una navaja sobre su pecho lograría callar el ruido dentro de sí, lo haría sin rechistar. Solo quiere deshacerse de ellos, solo quiere morir.

Encaja el artefacto en sí mismo, provocando otro punzante dolor en él. Al momento de dar un corte profundo hacia abajo, escucha un portazo frente suyo.

- ¿¡Kappa!? -Su esposo se acerca apresuradamente a él, pero el castaño le empuja al piso y retrocede agresivamente.

-AMOR, ¿NO LOS ESCUCHAS? -Intenta susurrar, pero habla casi a histéricos gritos. -ESOS JODIDOS NO ME DEJAN DESDE QUE TENGO TCLD. ¡ESTOY HARTO! -El de cabellos celestes no sabe cómo reaccionar, está completamente en shock por la escena. Kappa llora, ya no sabe que decir para que su cónyuge no lo tome como loco.

-Kappa... -Al verle repleto de sangre, se asusta e intenta levantarse sin éxito.

- ¡TE LO DEMOSTRARÉ!

Apuñala su pecho, de nuevo. La sangre brota de su cuerpo y sale disparada frenéticamente, empapando un poco el cuerpo de su pareja. No le importa en lo absoluto, solo quiere cerrar los ojos y no volver a abrirlos jamás.

-Siren, mereces algo mejor que esto. -Se señala con el dedo índice. -No necesitas seguir con alguien que va a morir pronto.

Debido a la pérdida de sangre y dolor intenso, cae al suelo. Su esposo reacciona gracias al estruendo del golpe, algunos segundos después. Se dirige a él desesperado, arranca como puede una parte de su camisa y trata de drenar la hemorragia. Tembloroso y tratando de no lagrimear, saca su celular del bolsillo y llama a emergencias.

Es la primera vez que Kappa reacciona de esta manera, imploraba al cielo que fuera la última.