Ducha

8 0 0
                                    

Agua corriendo por el mohoso azulejo, cuatro envolturas de jabón alrededor de la taza de baño, las lágrimas se hacían homogéneas con la espuma y el alma indefensa estaba rota.

Mi piel enrojecida por la aspereza de la esponja se rompe y los rasguños de mis muñecas se hacen más notorios.

El sueño y la desesperación me vencen en la ducha. Susan saca mi cuerpo inmóvil y lo seca con tristeza, pone cada una de mis prendas en el cesto de la basura y coloca unas limpias, para posteriormente dejarme en la cama, o al menos eso es lo que percibo entre ensoñaciones. Y ahora lo único que queda de mí es el nombre, aborrecido por el ser y el subconsciente sucio del recuerdo.

~Anne

Cartas a VleratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora