Capitulo 1

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Cómo puede algo tan hermoso como el amor ser un arma tan cruel al mismo tiempo...

Desde el inicio de los tiempos la humanidad y cualquier criatura viva y capaz de sentir emociones a flor de piel a deseado o desea ser amado. Aunque para recibir también debemos dar, y algo tan valioso como el amor no rompe esta norma tampoco es afín a ella; pues todos conocemos ese caso amar sin ser amado

Hathor, Venus, Freyja, Afrodita, Cupido. Cientos de nombres y por diferentes culturas fueron otorgados a esta divinidad, Amor. No es cualquier ser, sino de los más significativos e importantes para el mundo humano como para el de las deidades

Es una ELLA, hermosa como cualquiera podría imaginar el sentimiento del amor, amable e inocente como su misma pureza representa, de grandes ojos grises como para perforar el alma de los demás y observar hasta lo más profundo de ella, piel canela dando la impresión de que fue abrazada por el mismo sol, y cabellera blanca y rizada como aquellas nubes en el cielo que sientes que podrías abrazar por su espesor

Daría la impresión de ser la imagen de la perfección y el orden, del cariño eterno y la devoción, pero como todo ser habido y por haber no era perfecta

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Desde su creación, Frey, como le gustaba ser llamada, adoró con todo su ser la labor que le fue otorgada como representante del amor y todas las variantes de este.

Mientras aún era joven y novata todavía exploraba aprendiendo de lo que era capaz en todo su trayecto. Al inicio lo consideraba como una noble labor, independiente y libre era su perspectiva de este, pero hasta el alma más inocente puede ser manchada por la crueldad humana

Los actos horrendos de las personas empezaron a causar duda en la joven inmortal. Los actos de odio reemplazando el afecto y el cariño que ella otorgaba hacían que se topara con su hermano menor más seguido de lo que le gustaría, ella no sentía ningún tipo de resentimiento o celos hacia él pero no podía evitar sentirse traicionada cada vez que el susodicho hacía acto de presencia donde ella creía haber sembrado una pizca de cariño

-- Nuevamente nos vemos, hermana -- hizo un ademán disimulado de burla en sus finos labios al encontrarse con ella

-- No sé qué hice mal -- respondió cabizbaja sin intención de ofender la presencia de su hermano

Él posó una mano en el suave hombro de ella como si mostrara algún tipo de apoyo

-- No es tu culpa que los hombres prefieran aquello que pueden palpar a aquello que pueden sentir en el alma, aquello tan hermoso como dices ser tú

Era casi el mismo discurso de consuelo en cada ocasión similar. Esta vez el caso de un hombre que inundado por los celos y la envidia despojó a su mujer de bienes de clase alta y reemplazó su amor por rencor y odio siendo bañado por su codicia. No era algo nuevo, de hecho, con el paso del tiempo, esto se estaba volviendo cada vez más común

-- Tal vez solo no hago bien el trabajo que me fue asignado, no es su culpa... -- susurró tratando de convencerse de aquel imposible - Padre estaría decepcionado...

Odio rió -- O tal vez es tiempo de que me dejes las riendas por un rato. Deberías descansar, tu lástima por los humanos solo te hace cada vez más débil

Ella elevó la mirada hacia su hermano, no estaba sorprendida por su comentario malicioso, eso siempre fue parte de él, lo que le sorprendió fue la indecente propuesta que por alguna razón a esas alturas le empezaba a parecer razonable

-- No me malentiendas pero no creo que tú como Odio debas tomar las riendas de la humanidad siendo esta tan volátil -- explicó con dulzura mirando directamente a sus ojos

Él frunció el ceño, sabía perfectamente que su hermana jamás le diría algo así con malicia, lo único que le molestaba de ella era su honestidad dulcificada con su encanto

-- Como quieras, ya veremos quién decepciona a Padre al final -- le dio la espalda y entre las sombras de la habitación poco iluminada por las débiles velas desapareció

Frey suspiró, odiaba tener que recoger los restos de su don del corazón de un humano que se había desviado al lado de su hermano

No sabía que poco a poco esa duda sobre su propósito y la desconfianza romperían lazos importantes con las personas y su labor como hija de Dios

Frey había sido creada a la par que Eva, solo que no de la costilla de Adán, sino sacada de la manga de Dios depositando en ella una prueba del amor que su Padre tenía para ofrecer. Solo una pizca bastó para realizar una de sus más fascinantes creaciones

Desde el principio ella creció junto a los hombres aprendiendo de ellos mientras ejercía el trabajo para el que había sido creada. Era hija devota, al servicio de Dios para las personas

Con el paso del tiempo, el crecimiento de las masas y la evolución del hombre como individuo, la presencia de Frey fue haciéndose más discreta en el mundo de la vigilia y pasó de convivir con los humanos a esconderse entre ellos como una total extraña invisible a los ojos del resto pero siempre presente

Los pensamientos de la joven eran cada vez más intensos desbordando de preguntas e inconformismo con respecto a su existencia en ese plano. Estos pensamientos y desventuras alarmaron a su Padre. Ella no era así quería creer, pero el veneno de otorgar lo que no puedes recibir era indudablemente algo doloroso si hablamos del Amor

En desesperación y miedo de perder a su creación más preciada, Dios tuvo que actuar y hacer acto de presencia ante alguien a quien no había hablado en eones desde la creación del TODO como lo conocemos 

el Amor de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora