Capítulo 8

916 117 0
                                    


El escape de Morfeo fue inesperado, en un día cualquiera de un momento equis. La forma en que escapó y lo que hizo con el único hombre que quedaba vivo fueron crueles pero nadie podría juzgarlo 

Al caer en su reino y tocar la arena oscura de su playa en la ensoñación después de 105 años ausente, las cosas solo fueron de un problema a otro 

Estaba débil, cansado, iracundo, se había perdido tanto en ese siglo. Una sensación indescriptible lo rodeó al observar su reino en las ruinas. El desequilibrio en el mundo humano y el de su mundo eran ahora su más importante tarea, pero no dejaría otra que tenía pendiente desde hace ya mucho tiempo 

Morfeo observó su palacio en su sala del trono, todo había sido reducido a escombro y fragmentos de cristal esparcidos en todas partes. Era un completo caos

-- Por un tiempo mantuve un diario de las cosas que sucedieron en su ausencia -- habló Lucienne detrás de él -- Pero las palabras fueron desapareciendo, poco después cada libro en la biblioteca había quedado en blanco y un día ya no pude encontrarla más. La biblioteca había desaparecido 

Podía notar el dolor y la intriga en la mirada penetrante de su Rey 

-- Y aún así no te fuiste como los demás. La bibliotecaria de un reino abandonado 

-- Nunca me sentí abandonada Señor, yo siempre supe que usted volvería 

Sueño asintió. Estaba agradecido por la lealtad de Lucienne, su incondicional lealtad 

Aún inexpresivo volteó hacia su trono. Los grandes ventanales detrás de él estaban hechos pedazos, pocas piezas de cristal se mantenían aún adheridas a los marcos, bajó la mirada observando el resto en el suelo, destruido 

Decidido se paró firme y suavemente elevó las manos, entonces cada roca, cristal y pequeño granito en el suelo empezó a elevarse, y Sueño también. A su alrededor todo escombro empezó a regresar a su lugar de origen, pero el Rey estaba tan débil que no pudo soportar el peso de su poder o el de su cuerpo mismo y cayó al suelo con todos los escombros junto a él 

Lucienne, preocupada se acercó 

-- Señor debe esperar, estuvo mucho tiempo cautivo. Debe recuperar sus fuerzas, descansar 

Sueño se levantó débilmente 

-- No puedo hacerlo sin mis herramientas 

-- Herramientas?

-- Mi arena, mi yelmo y mi rubí -- se notaba tan furioso y agotado -- Todas me fueron robadas y luego también se las robaron a mis captores 

-- Señor, lo repito, debe descansar no puede volver a salir de esta forma 

-- Jamás podré restaurar la ensoñación sin mi herramientas. No sé lo que sería sin ellas 

Lucienne no respondió, sabía perfectamente que las decisiones de su Rey jamás las podría cambiar alguien más. O tal vez sí exista alguien... 


═══════ •♡• ════════


Fría era la noche

Las personas cubrían sus cuerpos con abrigos y bufandas, todos apurados, así eran las personas, siempre corriendo, preocupados en sus propios asuntos, ignorantes de las cosas a su alrededor 

Entre ellos caminaba a paso relajado pero firme, resonando sus finos tacones en el pavimento de las calles de Londres, con un largo saco de rojo sangre, una falda apegada a sus caderas de cuero marrón, un suéter con cuello de tortuga elegantemente bella

el Amor de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora