VIII- Au milieu de la nuit

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Aquel inusual peso sobre la blanda cama me hace darme cuenta que algo pasaba.

—Ven conmigo—susurra apenas audible como los tintineos de las estrellas.

—Deberías de dormir—froto mis ojos—Mañana iremos a donde desees—vuelvo a taparme con las sabanas.

—Acompáñame—se acerca a mi—Después te dejare dormir lo que quieras.

 Solo lo sigo, como negarme ante esos ojos abriendo una puerta a un mundo distinto... Enigmático sumido en medio de una noche joven y etérea.

Me toma de las manos para empezar con una especie de vuelo recorriendo un camino ya bastante conocido hacia aquel lugar donde hablamos de todo y nada.

Nos posamos en la cima, donde la luna es incluso más grande que nuestras mentes. 

—Por favor—susurra la única presencia a mi lado, en esta ocasión no tan profunda como cuando nos conocimos, ahora era una especie de suplica—Dame de tu sangre, solo un poco.

—¡¿E-eh?!—sus palabras me hacen preocuparme y ponerme un poco a la defensiva—¿Estas bien?

—N-no—me mira, su mirada no es la usual; es más clara y parece un cachorro abandonado—M-muchas veces tengo la necesidad de beber sangre por las noches—dice apenas llegando a formar frases congruentes.

Protesto un poco—Uh, ¡¿Ahora?!—el se acerca lentamente perdiendo de a poco la cordura.

—Je veux sentir mes crocs s'enfoncer dans ta peau douce, je veux encore goûter ce vin rouge.

«Quiero sentir mis colmillos hundirse en tu piel suave, quiero probar ese vino tinto otra vez»

Me mira totalmente decidido a cometer tal acto, sus ojos nocturnos se pintan con sangre, el rojo más profundo, pasional y cargado de un inmenso deseo que pude ver alguna vez. Trato de negarme y se acerca cada vez mas, reprocho y el no parece querer irse hasta tener lo que desea.

Lo detesto tanto, pero no tengo mas alterativa que dejarlo morderme ya que no me dejara de molestar.

—Bien—le dedico una mirada asesina—Solo no te pases y hazlo rápido que quiero regresar dormir.

Toma mi mano delicadamente, la observa por un rato... Finalmente muerde cerca del pulgar.

—Oye, no tan fuerte—reclamo mientras lo trato de apartar, no recibo respuesta.

Se aleja un poco, mira aquel liquido rojizo brotar y sus ojos adquieren un brillo interesante. Sigue en su mundo lamiendo los restos con una lengua áspera...

Se siente tan extraño, no se a donde fui a parar pero no puedo irme... Algo me lo impide.

—Llámame atrevido, pero he de usurpar tus contornos con mi mirada, tratando de revelar tus misterios yendo a donde otros no—suspira ahora cerca de mi oreja, como si tratara de asegurar que escuchara sus palabras—Y sobre todo amo como tus ojos se posan en los míos, temerosos e incrédulos, pestañeando incontables veces ante la penumbra de nuevas dudas.

Siento el roce de sus sus dedos que se entrelazan con los míos, nuestras respiraciones chocando... Solo suspiro aliviado de que no sea un sueño.

Me deje caer sobre la cima viendo perfectamente el precipicio, la luna y a Takemichi, me siento como un naufragio que al fin dio con la orilla de la playa y desde allí lo observo; imponiendo una pequeña superioridad ante mi, como un dios, mirándome solo a mi.

—Acércate a mi—digo entrecortado—Y acaba con mi desesperación, calla mis suplicas que aclaman tu amor...

Y en un suspiro, se dio a la luz una colisión fugaz, superior en todos los aspectos al BIg Bang: La unión de dos labios que anhelaban poder sentirse los unos a los otros.

Y el, que ha hecho un caos en mis pensamientos abandona el hogar que le di en mis labios, se levanta y toma mi rostro en sus manos mientras el viento parece alabarlo como un rey, no difiero contra este.

—¿Puedo?—pregunta a lo que yo solo asiento.

La luna suspiraba mientras lo veía tomar mi sangre con pasión desde el cielo, aquel liquido que desea tanto como yo lo deseo el.

—Tú, figura mística de incomprensible belleza yaces en este maravilloso lugar, tan cerca y a la vez tan lejos—dice ahora sobre mi pecho—Creo que... Eres inalcanzable.

Vuelvo a besarlo, tan corto pero sin duda generando las mismas emociones—Y yo creo que eres un sueño por lo que tengo que sentirte para asegurarme que eres real.

Con la sed saciada pero con ahora unos corazones insatisfechos... 

Empezamos a surcar por los paralelos espacios de oscuridad desconocidos para ambos recorriendo con finos toques piel tersa, siento esas manos frías encaminarse por la piel de mi abdomen. Acto que paraliza mis sentidos y hace viajar mi mente a recuerdos inexistentes de un pasado.

Y vuelvo a mi como si jamás me hubiera ido al sentir su mirar oceánico.

—Vamos, piérdete en mi, sin remordimientos y sin voltear atrás.

Le susurro con ecos calma a mi corazón; y, conmocionado, me ignora a causa de  su desnuda mirada vulnerable.

Lo abrazo, mientras le susurro como una melodía silenciosa.

—Sin importar lo lejos que estés, en mi siempre estarás y el mundo mientras yo exista, jamás te tendrá.   

—Por favor, Mikey—dice suplicante nuevamente—Enséñame a querer, enséñame a amarte entre las tinieblas y aspectos grises de tus iris pintados con las blancas nubes de un brillo hermoso.

Esas fueron las ultimas palabras para caer en el silencio que me pudo hacer viajar por el universo... Que me hizo sentir las estrellas en medio de una noche negruzca como lo eran su alma, como en un momento fue mi alma; porque todo es tan efímero que Hanagaki puede ser el sol y yo su luna, o viceversa. Solo puedo confirmar dos cosas:

La primera es que sea como sea formamos un eclipse, algo que no es muy común y que esta envuelto en finas capas de luz y centros de oscuridad manchados de ofuscación y espejismos... 

Tan opuestos y tan diferentes pero con una conexión inefable que comienza a fortalecerse, o aquel lazo que quizá siempre estuvo ahí pero tan inexpertos como para verlo nos cegamos a nuestros intereses.

Y la segunda cosa es que esta noche tan lastimosamente limitada cubierta de besos vestidos de estrellas fugaces hizo que el tiempo dejara de seguir su curso para darnos cuenta de aquello que éramos, somos y seremos dentro de este mundo tan corto.

Gritos se acumulan, mi alma estalla de alegría y mi cuerpo solo puede desear volver a sentir esta experiencia de hermosura irreal. 


Vin rouge (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora