XIX- Beauté cosmique

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Seguíamos ahí, completamente perdidos... Perdidos en algo más que solo nuestras mentes, algo nuevo... Lleno de emociones; quizás un poco osado.

Es un sentimiento extraño, siento como escalofríos que anticipan la llegada de sus caricias. Mis labios arden ruborizados y, apretados por mis dientes saciando con dolor este confuso deseo.

Estoy cayendo en términos que no comprendo, solo estoy seguro que incluso entre la negrura de mi ser, solo lo veo como una estrella solitaria, brillando en el cielo de mi pasado, por encima del horizonte de mi futuro y reflejándose en un mar de desgracias como una cicatriz que quizás nunca se desvanecerá y se quedará ahí, marcada como una parte importante de mi... Una parte que amo.

Él va con toda la calma del mundo, y yo desconociendo los avances de la astronomía me quedo estupefacto ante las pecas que presenta su piel lechosa. Repartidas por extensas partes de su cuerpo.

Me vuelvo aficionado de la ciencia que hay en ellas, me deleito trazando lineas en su cuerpo, marcando cada punto para no perderme en la figura que tengo enfrente contrastando con su petición, pero se que lo que si perderé será la razón... La cordura por la sensación de calidez al sentir su suave piel sobre la mía, al darme cuenta que todo lo que necesito es esto.

Cual constelaciones en el vasto cosmos del universo aquellas que se reparten en su figura cuentan una historia, que repito en mi mente una y otra vez... No paro y no lo haré hasta saberla de memoria.

Aunque algo es seguro, nunca la olvidare una vez sepa sus diálogos, sus letras, sus palabras... No olvidare una vez tengo este momento que está llenando mi cuerpo de anhelos.

Pues ahora entiendo mejor, él es un mundo, ¡incluso el universo entero!

Uno repleto de cosas indescifrables, que en lugar de dejarme temeroso o confundido, causa en mi un éxtasis inefable. Esa sensación de tener una conexión casi instantánea.

Me mira y veo de todo en esa mirada. Curioso como cuando tienes todo, no tienes idea de nada, quizás aquello que sabes sólo puede ser una mentira cruel envuelta de los perjuicios de gente que se niega a ver el cielo nocturno quedando ciegos por el brillo de las millones de estrellas a las que les encomendé mis sentimientos.

—¿Estas bien con esto—, pregunta algo temeroso.

—No lo sé—, sincero con mis pensamientos nublados—¿Para ti es un error?

—No y si al mismo tiempo, quizás ante los ojos de los demás lo es—sigue con sus caricias—pero para los míos es algo completamente nuevo.

—Lo entiendo, también lo es para mi—sonrió levemente—¿Crees que es tan malo como pensamos al inicio?

—Si, es malo ya que solo yo moriré sin ti—se aferra a mi—Este acuerdo ya no es por conveniencia, solo es por... Algo más, porque siento que aparte de necesitarte te estoy queriendo demasiado rápido.

De nueva cuenta su habilidad con las palabras me sorprende y me deja ahí con la mente totalmente en blanco. Repitiendo letra por letra sus palabras que te dejan con la mente volando por el vasto cosmos.

—¿Qué tan rápido?—pregunte aún con mi corazón en un total caos en mi mente al borde de la demencia... Al borde de caer en la locura de sus manos y toques suaves.

—Más de lo que me gustaría, créeme no estoy listo para esto—su semblante se mantiene serio.

—¿Qué te hace pensar que yo si?—pregunto conectando su mirada con la mía como las estrellas que forman las constelaciones.

—Todo de ti me hace pensar cosas que nunca creí, es ridículo.

—No es ridículo, siento que es como si dijeras que yo lo soy.

—¿Eso sientes?—pregunta incrédulo—Estas tomando lo que digo de forma errónea, aún me pregunto cómo me haces sentir esto.

—Bueno, tal vez si es ridículo sentir cosas—digo mirando al vacío de la noche que nos envolvía con su fino manto—Yo también creo que sentir es raro y en ocasiones quieres dejar de hacerlo... Aunque...

—¿Aunque?

—También nos hace humanos...

—Yo no soy humano—me mira con ese vacío en su mirada semejante a un agujero negro que consume todo a su paso... Llevando a mi corazón en el proceso.
Mis palabras no fueron las más adecuadas, a diferencia de Hanagaki no tengo la habilidad de siempre decir lo correcto en un buen momento.

—A-ah, lo siento.

—No te disculpes, tampoco es del todo falso—suspira—Estoy en esa delgada línea de la vida y la muerte.

—¿Todos más vampiros están en ese punto?

—Si, todos aunque algunos renuncian a la mayor parte de su humanidad para tener más poder.

—Siento que  tú también estás mintiendo—digo señalando con algo de obviedad.

—No miento—su voz suena apagada y no puedo evitar preguntarme: ¿Qué oculta?

—Una vez dijiste que omitir es mentir.

—Eso no aplica para esto, hablemos de otra cosa.

Su sonrisa levemente entristecida me causa una mezcla de paz y melancolía.

—¿Por qué no?—espero pacientemente su respuesta.

—Simplemente no eso es todo—sentencia con frialdad.

—Sigues haciéndolo—digo mientras mis labios forman un bulto—Como cuando nos conocimos estás tratando de alejarme.

—No lo hago.

—Lo haces, no entiendo qué hace que desconfíes de mi y evites decirme cosas.

—Todo a su tiempo... Sano.

Y ahí estaba de nuevo tras compartir un momento único y casi místico digno de una fantasía de una mente soñadora...
Llamándome por mi apellido como si fuéramos tan distantes y tan cercanos.

Como si el fuera un sol tan lejano y yo un simple cuerpo que flota sin vitalidad en busca de la luz que otorga para olvidar el  solsticio de invierno que recubre todo mi ser.

—Eres un indescifrable.

—Y tú un completo tonto.

Un misterio sin resolver, un mundo por ver y un universo por explorar.

Él... Tan solo él dueño de una belleza cósmica.
Dueño de las noches así como de una parte del universo... De una parte de mi universo.

(♡)

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2022 ⏰

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